18 de diciembre de 2010

Resistance

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Cómo mola que los Muse saquen sus singles con las canciones que me identifican en ese momento...


Is our secret safe tonight?
And are we out of sight?
Or will our world come tumbling down?

Will they find our hiding place?
Is this our last embrace?
Or will the walls start caving in?

It could be wrong, could be wrong, but it should have been right
It could be wrong, could be wrong, to let our hearts ignite
It could be wrong, could be wrong, are we digging a hole?

It could be wrong, could be wrong, this is out of control
It could be wrong, could be wrong, it could never last
It could be wrong, could be wrong, must erase it fast
It could be wrong, could be wrong, but it could have been right
It could be wrong, could be...

Love is our resistance
They'll keep us apart and they won't stop breaking us down
Hold me,
our lips must always be sealed

If we live our life in fear
I'll wait a thousand years
Just to see you smile again

Kill your prayers for love and peace
You'll wake the thought police
We can't hide the truth inside

It could be wrong, could be wrong, but it should have been right
It could be wrong, could be wrong, to let our hearts ignite
It could be wrong, could be wrong, are we digging a hole?

It could be wrong, could be wrong, this is out of control
It could be wrong, could be wrong, it could never last
It could be wrong, could be wrong, must erase it fast
It could be wrong, could be wrong, but it could have been right
It could be wrong, could be...

Love is our resistance
They'll keep us apart and won't stop breaking us down
Hold me,
our lips must always be sealed

The night has reached its end
We can't pretend
We must run
We must run
It's time to run

Take us away from here
Protect us from further harm
Resistance!

29 de noviembre de 2010

Pensamientos intempestivos #3

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-Hoy tendría que haber empezado con mi curso de escenografía y escaparatismo (toma ya), pero he decidido comenzarlo mañana. He amanecido a las 2 de la tarde y eso no son horas ya, ni para aprender, ni para nada.

-Voy haciendo progresos con la motillo; el primer día me pitaban cada 0'376 segundos; el sábado ya no me pitó nadie.

-Me dan miedo los psicópatas obsesivos, y no sé cómo librarme de ellos por si el remedio es peor que la enfermedad.

-Aunque la semana pasada fui la chica de las entrevistas, no ha cuajado ninguna; sigo buscando.

-Éste ha ido uno de los fines de semana más divertidos desde hacía unos cuantos: viernes organizando y limpiando, haciendo cocktails y ejerciendo como RRPP; el sábado, más cocktails, muchísimo curro, y poco limpiar y RRPP, no me daba tiempo.

-Me agobian hasta estresarme el espíritu las situaciones "yo soy su novia pero él no es mi novio", y la gente que consigue estropear en un momento los pequeños avances conseguidos en no poco tiempo; vuelvo a encerrarme en mi capsulita de misantropía y asco por el mundo, que se estaba muy agustito allí.

-El día que alguien consiga ganarse mi confianza hasta el punto de que sepa toda la mierda que tengo dentro, y cuando la descubra, encima me comprenda, le haré un monumento con fuet.

-Me gusta pasarme la tarde/noche de un domingo en que no hay nada que hacer poniéndome al día con gente de la poquísima a la que últimamente tengo aprecio. Gracias por estar ahí ;)

-Tengo unas ganas muy grandes de ver a mi familia...

22 de noviembre de 2010

Me va a reventar la cabeza.... KBOOOOM

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Hace un rato estaba con un brainstorming (pa los de la Logse, que diría Goyo Jiménez, "lluvia de ideas") interno conmigo misma, con mil cosicas interesantes para escribir, estaba ordenándolas mentalmente y de pronto el teléfono que suena, y me corta tooooodo el momento literario. Joder. Las musas, tan rápido como vienen, se van. Bueno, como tantas y tantas cosas en esta vida...

El sábado fue una noche, como siempre, movidita; mucha conversación con I, aunque esta vez no tan alegre como de costumbre (y es que cuando la borrachera te toca de bajón, pues toca, y hay que aguantarse, y sobrellevarlo como mejor se pueda...), el momento "jodó qué pedal llevas" de V, mítico, un par de encaramientos, que a este paso me ponen de segurata a mí (hay que ver, cuando saco la mala leche, lo macarra que me pongo... Esto no sé si clasificarlo en las cosas buenas o malas que me dejó de herencia el rey de los cerdos gañanes), y acabar almorzando a las 8 de la mañana hablando de la vida...

Total, que el domingo amanecí a las 6 y media de la tarde (abrir la ventana y decir "joeeeeeeer, pero si es de noche!!" deprime hasta al más pintado), y hasta ahora, lunes a las 3 y media de la tarde... A ver si consigo aguantar despierta hasta la noche y regular el ritmo por esta semana, y llevar vida de persona normal (já, já, já...)

Sigo con mi bipolaridad extrema... A veces pienso que me da absolutamente igual lo que sienta, piense o diga de mí el colectivo gente (que soy una petarda? Dos problemas tienes. Que soy una guarra? Cosas peores te habrás comido, seguro); y otras veces pienso que por esta etapa misantrópica mía quizá me estoy perdiendo gente que merece la pena conocer... Pero no puedo evitar ser así de arisca y de rancia. No me sale ser de otra forma ahora mismo; de hecho, se pueden contar con los dedos de una mano la gente que actualmente puede vislumbrar mi parte "buena", porque asoma muy poco, y en escasa proporción.

Es una mierda porque toda la vida he sido más o menos de una manera, y ahora estoy pues... vamos a llamarlo "inusual". No sé si me quedaré así pa los restos, o llegará un día en que volveré a ser como era siempre, pero por lo pronto estoy en la etapa de aceptación. Acepto que tengo que sanar aún muchas, muchas, pero que MUCHAS heridas y que me va a costar muchísimo más tiempo del que pensaba. Acepto que sólo con escuchar la palabra "relación", me entran todos los sarpullidos del cuerpo... Ejemplo práctico, hace unas semanas, en mi segunda casa...

Llega uno de los colegas nocturnos, súper feliz, a decirme:
-A que no sabes?? He vuelto con mi ex!!
-Ah, sí? Y qué tengo que darte, la enhorabuena o el pésame?

Ni lo hice por cachondeo, ni por resultar ingeniosa; fue la respuesta automática, espontánea. No puedo concebir una relación como algo beneficioso ahora mismo. Me reitero en que quizá me estoy perdiendo muchas cosas buenas, pero es que... Agh!! Me va a reventar la cabeza.

Voy a quitarme los tacones, la ropa pichi que llevo puesta (cosas del protocolo de entrevistas de trabajo), me voy a plantar mi chándal, me voy a poner a la Gaga a toda ostia, y a limpiar, que limpiando se hace hogar... Hale, hasta luego!

20 de noviembre de 2010

Sadness...

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A veces, sin querer, me encuentro cosas que me recuerdan buenos, muy buenos momentos pasados, y que las cosas están ahora mismo todas difusas (algunas opacas, incluso), y en un segundo me pongo tan triste que siento que podría desmayarme de pena en ese mismo momento... Enseguida tiro de mi armadura corazonera, me blindo, y me recupero un poco, aunque los escoldos de tristeza se queden reposando unas horas o unos días...

A veces me pregunto por qué, casi en todos los ámbitos, y siempre, en los últimos años, tengo que ser yo la que salga perdiendo... Haga lo que haga y aunque me esfuerce hasta que me suda el alma, al final salgo jodida y voy acumulando una herida tras otra, sin que nunca pase nada que aporte un poco de felicidad a mi asquerosa y misantrópica situación actual.

Llevo mucho más tiempo del que desearía luchando conmigo misma una batalla que parece estar perdida desde el primer momento; no sé si resignarme a vivir con esta melancolía permanente y seguir parcheándola con alcohol hasta el fin de los tiempos, o seguir intentando recuperar algo de mi espíritu de antaño...

Esta dichosa bipolaridad mía hace que a veces tenga estos ratos tan, tan, tan jodidamente chungos... Hoy no es un buen día para nada...

19 de noviembre de 2010

De amores y coliflores

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Ayer estaba yo en un pequeño remanso de tranquilidad en medio de mis mil millones de tareas pendientes de hacer, cuando me llamó mi amiga Laura por teléfono. Hacía un montón de tiempo que no hablaba con ella, y aunque normalmente me pregunta qué tal me va todo y sé que me quiere como a una hermana, esta vez le apetecía explayarse. No me importó; ya sabe que mis cosas van jodidas, y mi cabeza, peor aún, así que agradecí un rato de conversación frívola e intrascendente con la que reírme de todo.

-María!! Cariño mío... Qué tal te va todo? Y la búsqueda de trabajo? Te ha salido algo?
-Sí, un grano al lado de la nariz que ni el mejor maquillaje lo disimula... Y tú qué te cuentas?
-Ohhhhh, mi nena, lo último que te podrías imaginar... Me he enamorado!!
-Qué me estás contando? Venga ya, Laura. Dónde queda esa magnífica mujer de hielo que tanto me enseñó acerca de despotricar de los tíos, y no fiarse nunca de ellos, y blablabla? Vaya tela... Bueno, y de dónde ha salido? Cómo se llama? Es guapo?
-Es el tío más guapo que te puedas encontrar. Tiene unos ojos penetrantes que te llegan hasta el fondo del alma, una melenita suave y brillante que te dan ganas de acariciar hasta borrarte las huellas digitales; unos labios que estaría besando hasta el fin de los tiempos...
-Madre mía!! Sí que te ha dado fuerte!! Y cómo lo conociste?
-No, si no le conozco...
-Qué???
-Que eso, que no le conozco... Eso es lo mejor de todo!! Estuve hace dos semanas en el bar de siempre con mis amigos y él estaba en la barra de enfrente con los suyos, y empezamos con el tonteo de miradas un buen rato, hasta que se levantaron y se fueron... Y no le he vuelto a ver, ni ganas!
-Coño, Laura, y ahí se queda todo? Y así de contenta estás? Te has terminado de volver loca, o te estás quedando conmigo, o qué?
-Claro que estoy contenta!! Hacía muchísimo tiempo que no veía a un tío tan guapo, y encima, resulta que le gusté! Porque si no, no habría estado tanto rato mirándome y flirteando así, de esa manera tan resobada pero siempre tan excitante!! Imagínate, me he pasado estas dos semanas imaginándome que lo volvía a ver, y se me presentaba, y que entonces descubría que tenía una voz viril y sensual, y que era inteligente, e ingenioso pero sin llegar a ser pedante, educado, descarado... Vamos, como me gustan a mí los tíos.
-Y entonces cómo es que llevas fantaseando con él tantos días pero dices que no le quieres volver a ver?
-Porque seguro que si lo conociera, descubriría que es un estúpido gañán engreído!!

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-Qué tal llevas tu rehabilitación?? (a Laura le habían diagnosticado una desviación en la columna y en las caderas hacía unos meses, y desde entonces tenía que ir a unas sesiones en las que nunca, por más que me lo explicó a su manera, he sabido exactamente qué tenía que hacer; consistía en una especie de estiramientos ayudada por una especie de ATS, y aparte de eso empezó a ir a un masajista privado, que la llevaba por la calle del empapamiento de bragas desde hacía meses)
-Bueno, ahí sigo... Parece que se me va corrigiendo el problema, pero es un coñazo esto de tenerlo todo tan junto; salir de trabajar, irme corriendo a la rehabilitación mientras me como cualquier porquería por el camino, y salir corriendo de allí otra vez para volver a trabajar. Menos mal que un día a la semana me recompenso con los masajes del maravilloso Diego!! Que nena, no te lo vas a creer... Me pidió una cita el miércoles pasado!!
-Oh! oh, oh, oh!! Y ya ha sido? Cómo fue? Cuenta!!
-Ni ha sido, ni va a ser. Le dije que no.
-Cómo que le dijiste que no?? Por qué?
-Porque enseguida se creería con derecho a meterme mano, y yo no soy ninguna facilona!!

26 de octubre de 2010

La historieta de hoy

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Cuando era pequeña, me encantaba el fuego; realmente no sabía en qué consistía, pero era algo que me maravillaba: era brillante, su color era fascinante, su manera de balancearse al compás de un pequeño soplo de aire... Era algo que me tenía totalmente maravillada.

Me quedaba embobada con cualquier llama que veía: la del hornillo de la cocina de mi abuela, que casi siempre estaba en funcionamiento porque en aquellos años mi familia aún era normal y estaba unida, y mi abuela siempre estaba cocinando para alguien (mi madre o mi tío que llegaban de trabajar, mi abuelo y yo que volvíamos cuando me recogía del colegio), la de la estufa de butano que usábamos en el salón para calentarnos en invierno; me encantaba tumbarme delante de ella acurrucada entre los perros de mis abuelos, que eran más amigos míos, y me hacían sentir más segura, que casi cualquier otra persona que me rodease; la llama del mechero cada vez que alguien iba a encender un cigarrillo... Mi fiesta favorita siempre ha sido el Entierro de la Sardina, en la que, en Murcia, tras un desfile lleno de colorines, ruido y juguetes, todo el mundo va a una de las principales plazas de la ciudad, a ver cómo se quema un ninot (odio usar una palabra valenciana para referirme a algo tan típicamente murciano, pero creo que así los foranos entenderán mejor lo que explico) con unas llamas que se elevan hasta donde la vista alcanza. Una vez, siendo una niña que no contaba más de seis años, me escapé de la mano de mi madre y me metí entre la gente hasta quedarme a escasos metros de la figura en llamas, con el consiguiente susto de ella. Tal era mi fascinación por el fuego. Quería tocarlo, sentirlo, hacerlo mío, tener un poco de fuego sólo para mí.

Por eso, mi madre siempre tenía que estar muy pendiente de mis pasos, porque veía mi pequeña obsesión por el fuego y temía que alguna vez me pasara algo. Por eso, nunca me dejaba acercarme demasiado (recuerdo cómo, cuando me escapé, un bombero me tomó en brazos para devolverme a los de mi madre asustada, entre mis gritos y llantos de frustración por no dejarme estar cerca de ese elemento que tanto me atraía), como para alcanzar mi meta de TENER el fuego para mí.

En casa de mis padres había una caja muy bonita, hecha en piel, una caja de fumador; dentro había un compartimento estuche para cigarrillos, otro más pequeño para puros, un hueco para un estuche de cerillas, y otro con el tamaño exacto para un mechero Zippo; todos los compartimentos siempre rellenos con sus correspondientes contenidos, siempre lista la caja para ofrecer un cigarrillo a los invitados de una manera sofisticada.

Un día, mi madre y yo estábamos solas en casa como de costumbre, y una vecina llamó a la puerta y mi madre y ella se pusieron a charlar; yo estaba en el salón, como niña buena que era, quizá viendo la televisión, o quizá leyéndome algún libro de la colección de Premios Planeta de los que me enseñaron a leer con mis tiernos tres años; hasta que en mi inocente cabecita, me percaté de que la conversación entre mi madre y la vecina iba para largo; y entonces tuve una revelación.

La caja.

Siempre mirando con el rabillo del ojo hacia la puerta, bajé del sofá y me acerqué despacito a la caja de fumador; con un suave movimiento, abrí el pasador que cerraba la caja y levanté la tapa: allí estaba todo aquel material, aquel mechero (cuyo mecanismo, con mis cuatro años, se me antojaba harto complicado), y las cerillas. Las cerillas que creaban fuego, ese fuego que yo estaba deseosa de tener.

Saqué el estuchito de cerillas de su compartimento: arranqué una y la froté contra el raspe de la caja, como siempre se lo veía hacer a los mayores; lo hacía con tanta suavidad, por no hacer ruido y alertar a mi madre, que al final la cabeza de la cerilla se volvió negra sin conseguir prender fuego.

Hasta aquí, mi inteligencia llegó como para saber cuál era el fallo, así que me acerqué al televisor y subí un poco el volumen para disimular el (a mi parecer) estruendo que armaría cuando consiguiera encender el fuego, y volví a mi quehacer.

Arranqué otra cerilla, y esta vez sí, froté con toda la fuerza de mis deditos su cabeza contra el raspe: FLOOOSH, y la cerilla prendió. Me quedé quieta, tan quieta, con la mente en blanco, simplemente mirando la llama, allí de pie en medio del salón, admirando su maravilloso color naranja brillante, tan vivo, tan perfecto e incomparable con cualquier otra luz en el mundo... Tan quieta y observándola tanto, que no me di cuenta de que la cerilla se estaba consumiendo, hasta que el fuego alcanzó mis dedos y me quemó.

Aguanté un gemido de dolor (mitad porque mi madre no me oyera, me descubriera y me echara una bronca, y mitad por orgullo personal), y tiré la cerilla consumida dentro de la caja.

A los pocos días, mi madre abrió la caja y encontró una cerilla consumida, y otra entera pero con la cabeza quemada, y no volvió a preocuparse de que me acercase demasiado al fuego cuando ató cabos y relacionó su descubrimiento con las dos pequeñas rojeces que yo tenía en las puntas de mis dedos pulgar e índice.

Yo, tras mi reto conseguido de haber tenido el fuego en mis manos, cerré delicadamente la caja y volví al sofá, aprendiendo algo: si alguien te advierte de que algo podría hacerte daño, por perfecto y maravilloso que a ti te parezca, si luego te hace daño, no te quejes.

O también podríamos resumir esta historia en mi pequeña experiencia personal, literal y vívida del "quien juega con fuego, al final se quema".



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Aunque a día de hoy la verdad es que sigo sintiendo fascinación por las llamas, y gracias a esta cualidad mía de tener las manos cuales témpanos de hielo en invierno, puedo dedicarme a jugar con la llama de mi mechero sin quemarme ni sentir dolor en absoluto, amén de ese extraño "don" que tengo y que hace que nunca me salgan ampollas ni heridas provocadas por el fuego (recuerdo una vez que, por imprudencia, agarré con las manos una plancha de metal que estaba a unos 150 grados, con la única protección de unos guantes de algodón; los guantes, achumarrados; mi encargado, con los huevos de corbata por la carnicería que debía haberme hecho; yo, alucinada al quitarme corriendo los guantes y observar, sin creérmelo del todo, que mis manos estaban sin la más mínima ampolla ni dolor; a veces me siento Claire Bennett).

Hale, hasta más ver.

22 de octubre de 2010

Momento poeta (modo ironía ON)

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Cortejos van,
cortejos vienen,
y de todos
ninguno se retiene.

Tócate los cojones Mariloli, que se me ha metido semejante BAZOFIA de frase en la cabeza y no, hasta que no la he sacado fuera no me he quedado tranquila xDDD (no os arranquéis los ojos, sé que lo mío es la prosa, si es que tengo "algo mío", en todo caso).

Aunque mira, casi prefiero esta bazofia de rima antes que la de "AY maromo, si tu cuerpo fueran ciruelas, con qué gusto iba a coger la cagalera!!!", y es que cuando me pongo en modo albañil, de verdad que no tengo parangón...

Realmente esta frase viene (la primera, quiero decir... La segunda ha sido una pequeña ida de olla/piropo que me gustaría, en lo recóndito de mí, que se popularizara, pero sé buenamente que no) porque últimamente miro a mi alrededor, y no veo más que tiradas de tejos varias, entre diversa gente, que no fructifican... No sé si es que nos fijamos en quien no debemos (o quizá es por eso que nos fijamos, no?), o que el mundo se está volviendo gilipollas y tod@s soñamos con ese príncipe azul/chica ideal y tenemos un prototipo idealizado en nuestra mente que rara vez podremos encontrar en la vida real...

No quiero decir con esto que uno tenga que juntarse con lo primero que se le arrima (desde mi punto de vista personal, esto sólo es aceptable en las épocas de despecho, y recalco el "aceptable", que no recomendable, que luego vienen las rayadas y las movidas, dos personas que van cada una en una onda diferente -en algunos casos, hasta en planos dimensionales diferentes-, y se termina como el rosario de la Aurora muchas veces, sin que en este caso ninguna de las dos partes tenga culpa), pero sí es cierto que si yo, por ejemplo, espero que toque un día a mi puerta Roy Khan ataviado con su casaca de doble hilera, con un ramo de amapolas en la mano, hablando perfectamente español, y que además sea el hombre más romántico y que mejor se mueva en la cama de este planeta, la verdad es que puedo esperar sentada (y si alguna vez lo hace, por favor, que no sea por la mañana, que voy con el pijama, los pelos revueltos y la cara de patata matutina, y no me gustaría tener ese recuerdo de cómo conocí al padre de mis hijos).

Lo que quiero venir a decir es que deberíamos tomarnos las cosas con más calma; hace poco leí por el Facebook a una chica que felicitaba a una amiga suya por haber encontrado novio; la chica (la felicitadora) aprovechaba para lamentarse de su mala suerte amorosa, y pedir a las diferentes amigas que le presentasen a los chicos que conociesen. La chica no debe tener más de 22 años, y lo que yo pienso es: si con tanto cerdo gañán te has juntado, de verdad tienes tanta prisa por estar con otro?

No pretendo que se ofendan los hombres/chicos que estén leyendo esto (cierto es que me está quedando un poco bastante generalizador con el género masculino, pero de verdad, los que conocéis la existencia de este blog es porque sois amigos míos, o gente a la que aprecio mucho aunque no hable mucho con ellos -hola, Apu!-, pero en serio, no os ofendáis; simplemente estoy divagando/reflexionando en "voz" alta); de hecho, la mayoría de hombres/chicos que conozco que conocen la existencia de este blog, están solteros, porque la inmensa mayoría no son el prototipo de cerdo gañán que, por desgracia, es el que nos suele volver idiotas a la mayoría de mujeres.

Por todo esto, debe ser que de un tiempo a esta parte, casi (caaaasi, porque el todo nunca se pierde) no tengo ganas de echarme novio; no es que mi vida sea lo más estable/ejemplar ahora mismo (pero esto no es culpa mía, sino de R,H y compañía, que siempre me lían, que conste), pero sinceramente, estoy agusto ahora mismo; no tengo que dar explicaciones de a dónde voy, cuándo, hasta qué hora y con quién; puedo entrar y salir de mi casa a la hora que me dé la santísima gana; puedo coquetear o flirtear con quien me apetezca sabiendo que no va a venir nadie a mearme encima (hay veces en que el coqueteo es un juego, y no ganas de zumbarte a alguien, lo prometo); puedo pasar semanas sin depilarme (uy, he dicho esto en voz alta?); y, en definitiva, que me ahorro muchos disgustos con esta época de "no me apetece juntarme con nadie". Aquí paz y después gloria, que dicen en mi tierra.

No negaré que hay alguien por ahí que me hace tilín (hay un tilín y hay un tolón, pero bueno, como ninguno me hace caso amorosamente hablando, y como de todas formas, sé que si alguno me dijera algo, mi aborrecimiento y mi repulsión actual por las relaciones haría que me espantase, me sirve para hacer estos escritos jocosos sobre los amores y desamores), y es verdad que ha habido algunas ocasiones (cada vez menos) en que he echado de menos tener alguien a mi lado que me hiciera mimos, pero en esas ocasiones, hago dos cosas:
1- (cuando estoy activa) pongo en una balanza mental, mimos VS el resto de cosas que he dicho antes (entrar y salir cuando quiera, hacer lo que me apetezca sin que el cerdo gañán de turno me controle, etc)... Gana por mayoría absoluta mi libertad.
2- (la mayoría del tiempo) me pongo a hacerle mimicos a mi perra y ella me corresponde con lametones en la cara, que hace que se me ponga la cara como una naranja por la alergia, pero prefiero que me pique un rato la cara, a pasarme los domingos en el sofá comiendo helado.

Claro que toda esta parrafada pierde todo su sentido cuando A-recordamos la máxima de que los sentimientos no se pueden controlar, o B-aparece un cerdo gañán en nuestra vida que nos vuelve idiotas y hace que perdamos toda nuestra lucidez!

Le dedico esta entrada de hoy a mi liberación/método de desestresarme en el momento en que he descuartizado y quemado (vale, no la he quemado porque el mechero no me funcionaba... Pero lo habría hecho) cierta foto que no recordaba llevar en la cartera (que de cerdos gañanes está el mundo lleno, y yo ya llevo unos cuantos!).

Y yo que pensaba escribir sólo la mierdecilla del primer párrafo, y al final me ha salido aquí una disertación feminista pseudo humorística... Endever!

19 de octubre de 2010

Pensamientos intempestivos #2

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-He llegado a casa hace un ratito con un pedo más grande que Alfredo, coneguido a base de 4 vasos hasta arriba de Baileys que el camarero me ha cobrado como tres (di que con el gastazo que hemos hecho entre el Photo Play y los dardos, bien lo valía), y aunque acabo de recenar (cena: dos croissants de chocolate y palomitas; recena: minibocatas del bar).

-Momento estelar de la noche: entrar en el Hall of Fame de la diana del TNT (sólo superado por el récord imbatible que hice a la Ruleta en el Byron... Cómo merendarte en una tarde a los que están siempre gastándoe los cuartos, no tiene precio).

-Por más que intente evitarlo, cada vez que juego a los dardos recuerdo el Byron. Estoy hasta los huevos de que acudan a mi mente cosas que no quiero (pero tranquilo R, que la revancha te la cojo mañana... Llevaré las gafas, aviso)

-Tengo un viernes de jubilada total: médico, enfermera y fisioterapeuta, todo en la misma tarde. Voy a llegar con un cuerpo a currar que me voy a cagar patas abajo...

-Sigo misantrópica perdida. No quiero saber nada de la humanidad.

18 de octubre de 2010

Pensamientos intempestivos

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-Últimamente tengo en mente un minirelato/historia/como lo queráis llamar sobre mi relación con la sal; es una absurdez pero no hacen más que asaltar mi cabeza pensamientos y elucubraciones varias relacionadas con la sal. Cuando lo madure tendréis aquí otro escrito de los míos con los que perder 10 ó 15 minutos y seguir reafirmándoos en mi idea de que estoy mal de la cabeza.

-Me gusta cuando me comentáis cosas del blog (por aquí ya sé que sois tímidos, no hay problema; en el fondo de mi alma atormentada me da mucho gusto saber que hay gente que lee esto), y que el minirelato psicópata haya tenido tanto éxito de comentarios offline. Una noche de éstas volveré a sumergirme en mi parte de cerebro decadente (más de lo normal, quiero decir) y escribiré otro. Ideas hay, pero últimamente lo que me ha faltado ha sido tiempo.

-Aunque casi siempre me veáis callada, estoy muy agusto en vuestra compañía; me gusta escuchar vuestras historias, y aunque a veces tengo alguna cosa que contar, primero, es muy difícil intentar meter baza entre dos personas que hablan tantísimo, y estoy demasiado pasota como para intentarlo; y segundo, sois de las pocas personas (poquísimas) con las que me siento cómoda. La pequeña parte de bondad que me queda os quiere.

-Me gusta rodearme de pocas personas porque cuantas menos personas me rodeen, menos judiadas tendré que sufrir (y en mi vida, las personas que he encontrado que REALMENTE merezcan la pena, se pueden contar con los dedos de una mano, y me sobran dedos).

-Esta mañana me ha vuelto a dar otro pinzamiento en el cuello/espalda de los que me daban hace meses y llevo todo el día jodida de dolor y sin saber en qué postura colocarme para estar cómoda. Puede que esta semana pierda mi virginidad fisioterapeutil y vaya a uno para que me quite el enredo de nudos que debo llevar en la espalda.

-La puta vaguería por no mirar el programa de fiestas ha hecho que llegase al Ebro justo a tiempo para ver cómo explotaba EL ÚLTIMO fuego artificial. Lo único bueno que puedo sacar de esto es esperar que me publiquen mi primer ADV después de tantísimo intento frustrado (y mira que con las cosas que me pasan es para que me hubiesen publicado más de uno, pero mira, mi antipatía natural hacia la humanidad debe traspasar las barreras cibernéticas).

-Esta semana ha venido más gente de lo normal a mis dos trabajos; también, he salido, por primera vez en mucho tiempo, de los sitios a los que suelo ir, para conocer nuevos; y no soy capaz de ver un solo hombre que me resulte atractivo; miro a los hombres y sólo veo cerdos (o "jabalíes sucios", que decía cierta MUJER con mayúsculas que conozco) y seres fabricados para hacerme daño.

-Deseo con todas mis ganas liarme la manta a la cabeza un fin de semana y largarme fuera de aquí a hacer el imbécil en Port Aventura o cualquier otro parque.

-Aborrezco mis últimos ataques de hambre canina (malditas hormonas, liberaos ya, que cuando os da el mes por comer, hacéis estragos en mi línea). Aunque siempre es mejor que me dé por el hambre, que por los bajones depresivos, claro está.

-En el trozo que hay entre la superficie y el fondo (es decir, a medio espacio) agradezco que ese punkarra se me pusiera vacilón cuando le recriminé que me devolviese los vasos que me estaba intentando robar; gritarle y vacilarle (diversos "NI CÓ NI CÁ, CÓ" incluídos) a un mindundi guarro que nunca en mi vida iba a volver a ver me hizo liberar tensión (y hacer todo eso mientras llevaba como pendientes unas llantas de camión que cualquier choni envidiaría, le suma mérito). La parte mala es que desató mi agresividad acumulada, y ahora a la mínima vacilada que me hace un mindundi, no dudo en contestar con otra mayor. Así, hasta que un día me lleve un susto y el ciclo vuelva a empezar.

Otro día más, que ya me he cansado de soltar cosas inconexas. Hale, hasta más ver.

7 de octubre de 2010

Día estresante

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Levantarme, ir al banco, hacer una visita frustrada al Moog, echar un café, llegar corriendo a casa, irme a gastarme 200 euros en comida y ropa (en serio que lo necesitaba xD), ir corriendo al Moog otra vez, irme a currar, salir tardísimo del curro, y por fin, volver a casa... (el día no se ha alargado más porque por una vez, no me han liado... O debería decir que no he conseguido liar a nadie? I don't know...)

TRAPOS:

-Un vaquero normal
-Un vaquero negro
-Un vaquero coñonero, como diría H, los tres de la ansiadísima talla 38. Yujuuuuuuu!!!
-Falda (queda feo lo que voy a decir pero me da absolutamente igual) de colegiala putilla; cierto es que no es muy de mi estilo, pero toda mi vida he querido tener una, y por primera vez, me la he probado y me queda como un guante. EPIC WIN for me.
-Falda de terciopelo negro preSiosa, oigan.
-Minifalda de estampado militar (por fin, de mi talla, y no la otra que aunque me encanta, he de hacer malabarismos para disimular que es tres tallas más grande de lo que ahora gasto)
-Dos camisetas estándar pero entalladicas.

La gran alegría es poder embutirme por primera vez en mi vida en pantalones de la talla 38, y en falditas putoneras de la 36. Puede que estéis pensando que soy una superficial por escribir estas cosas, y de hecho es posible que para este tema en concreto lo sea (y no, no voy a pedir perdón, me he pasado los últimos dos años pidiendo disculpas por cosas que no lo merecían, o que al final no han servido para nada, así que a quien le moleste, puede dejar de leer, gracias); pero desde el corazón, me he pasado toda mi vida acomplejada por esos kilitos que sobran de aquí y de allá, y este momento actual de "me puedo probar lo que me venga en gana que casi todo me queda estupendamente" me ENCANTA. Y ahora que no tengo una segunda mascota en casa (véase cerdo) que me diga nada del estilo "pero dónde vas con eso?", o que haga acrecentar mis complejos, o que me monte el pollo del siglo porque otro mardano me está mirando (siempre me he preguntado qué culpa he tenido yo cuando es otra persona la que me está mirando a mí... Que alguien me explique esta parte del pensamiento masculino, por favor), pues me da como que bastante igual. Si me apetece taparme hasta los ojos, me tapo; y si me apetece llevar poca tela (se me viene a la mente esa gran frase de S "es que no dejas nada a la imaginación!!!"; es otro contexto, pero me hace TANTA gracia cada vez que me lo cuenta que no lo puedo evitar), pues llevo poca tela y a quien le moleste, que se beba un trago de lejía.

Tengo ganicas de que sea mañana simplemente para estrenar trapos, joder!!!

Hala, besos a todos y todas :)

6 de octubre de 2010

Decadencia

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Mientras escribo esto, en alguna parte (o en muchas), habrá personas que estarán durmiendo, solas o con la persona que aman; otras estarán trabajando; otras estarán continuando la borrachera en sitios en los que yo tengo lo que vamos a llamar veto emocional...

Mientras, yo, con un cigarro en la mano y una copa en la otra, paso las noches intentando olvidar; ya ni siquiera pretendo olvidar algo en concreto; ya ni siquiera estoy segura de lo que pretendo olvidar. Un recuerdo? Una persona? O simple y llanamente lo único que pretendo es olvidarme de mí misma?

Eso, en parte, he de reconocer que lo he conseguido; hay muchas ocasiones en las que no me reconozco, no soy la que toda la vida ha sido. Ocasiones en las que alguien se me acercaba a charlar, y yo, en vez de dar conversación (lo que siempre había sido) me he limitado a poner una cara arisca y responder con algún comentario seco y tajante con el que daba por terminada nuestra breve conversación. Ocasiones en las que sufría un pequeño enamoramiento y en vez de quedarme ajena, sostenía la mirada esperando acabar en una sesión de sexo desenfrenado, salvaje y sin compromisos, y al día siguiente tan desconocidos como siempre. Ocasiones en las que la dejadez se impone a la supuesta responsabilidad...

Ahora, aquí, como siempre últimamente, con las venas y la cabeza llenas de alcohol, y los pulmones y el organismo llenos de nicotina, no sé quién soy. Sólo sé que mañana será otro día y mi decadencia irá en aumento, seguiré consumiéndome entre bares, entre gente que me rodeará sin saber lo que pienso de cada uno de ellos, porque sean como sean, hayan vivido lo que hayan vivido, a mí su existencia me resultará inane y futil; porque no me reconozco, y siento que nadie puede estar tan lleno y tan vacío al mismo tiempo como yo lo estoy.

Que simplemente ansío la destrucción de todo...



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Otro pqueño relato para que os entretengáis en un ratito de aburrimiento :p (si mañana, serena, al releer esto, lo considero decente, empezaré a pensar que sí que es bien lo de escribir con toda la mierda en el cuerpo...)

Y como me gusta dedicar entradas, esta va por R (no el innombrable, sino alguien mejor), que últimamente me acompaña mucho en mis borracheras :p

Hale, a sobarla...

23 de septiembre de 2010

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.... Se sentó a admirar su pequeña obra de arte.

No le había costado demasiado tiempo crearla, sólo se esmeró en que las botellas quedasen perfectamente alineadas, unas encima de las otras, formando una pirámide de botellas de plástico perfecta, en una de las plazas del sofá de su salón.

Ahora estaba sentada en un taburete, enfrente del sofá, admirando su inspiración, las formas perfectas, la manera en que el sol traspasaba el plástico y hacía reflejos sobre las botellas de los pisos inferiores. Su mirada era tan inocente, como la de una niña pequeña que aún no ha tenido que enfrentarse al mundo...

Pasó media hora admirando su pequeña obra de arte.

Entonces, la alarma del ordenador sonó; debía empezar a prepararse para irse a trabajar. Puso música, Lady Gaga (le gustaba porque le hacía animarse a enfrentarse a otra tarde sirviendo cafés y sonriendo a todo el mundo, tuviese un buen día o no), y se metió en la ducha; mientras frotaba el gel por su cuerpo, y lo aclaraba, hacía lo que tanta gente, y canturreaba en su inglés particular las canciones que sonaban. Salió de la ducha envuelta en su talla negra, y fue a la cocina a hacrse un café que la ayudara a despejarse.

-"Buenos días, mi amor. ¿Qué tal estás? ¿Has dormido bien? Espero que no hayas pasado mucho frío", y dejó el café preparándose mientras iba a la habitación a vestirse.

Era tan feliz...

Fue una tarde bastante entretenida; como hacía tiempo que no ocurría, vinieron a visitarla unos cuantos amigos, a preguntarle qué tal le iban las cosas. "Nos alegramos de que estés mejor, la verdad es que has estado bastante tristona estos últimos meses, pero ahora se te ve mucho más animada... Si hasta has recuperado peso!! Y tienes color en la cara!!"

Ella les reía las gracias. Claro que estaba animada!! Desde hacía una semana volvía a ser la chica más feliz del mundo, pero ninguno de aquellos bastardos sabía el por qué, porque todos aquellos bastardos se cansaron de verla triste y le dieron de lado, cuando más los necesitaba; y ahora que veían que volvía a ser la chica simpática de siempre, volvían a hacerle caso?

Malditos bastardos, ahora no le hacía falta ninguno de ellos, porque ahora POR FIN era feliz, de nuevo. Les puso su mejor sonrisa de camarera, chao chao, a ver cuándo nos vemos, y dejó pasar la tarde hasta que su turno se terminó y volvió a casa.

En el trayecto de autobús no pudo evitar recordar cuando por fin pudo encontrarle, después de tanto tiempo; caminando de espaldas, volviendo a casa después de haber estado trabajando, de haber echado unas copas con los amigotes, o, quizá, de haber estado con aquel rollito que se traía desde hacía unas semanas, pero que ella sabía que no era nada especial, ni significativo; lo sabía en el fondo de su alma, porque sabía, SABÍA, que a la única mujer que amaría en toda su vida sólo podía ser ella.

Recordó cómo por fin, en aquel mágico, excitante, maravilloso momento, supo que él nunca más volvería a dejarla, que su corazón sería suyo para siempre, y nunca más se separarían.

Bajó del autobús con una sonrisa espléndida, que le iluminaba la cara por completo. Era tan feliz...

Al llegar a su portal, abrió la puerta con las llaves y blasfemó al comprobar que no había electricidad. La luz del porche no funcionaba, y el ascensor tampoco, y no había cosa que más le desagradara que tener que subir hasta casa por las escaleras, y a oscuras, pero no quedaba otro maldito remedio.

Al abrir la puerta de casa, algo la hizo echarse a temblar.

Tampoco había electricidad en la casa.

No era porque le diera miedo la oscuridad, no era porque esa noche se perdería su programa favorito, o no podría encender la lamparilla de la mesita de noche para leer antes de dormir. Era porque

quizá

a ÉL

le había pasado algo.

Era porque ese día tuvo que hacer doble turno y llevaba muchas horas fuera de casa.

JODER, y si la electricidad se fue justo después de haberse ido????

La cocina olía a carne pudriéndose.

Abrió el congelador y allí estaba SU CORAZÓN, aquél que ya ninguna jodida zorra tendría la posibilidad de arrebatarle.

Pero sí. La JODIDA ZORRA de la compañía eléctrica.

Su corazón olía a putrefacto y tenía una textura viscosa.

Se pasó la noche abrazándolo, impregnándose de su sangre, que le manchaba la ropa, la cara y las manos; lo besaba, "no te preocupes, mi amor, estoy aquí contigo, no te va a pasar nada; te vas a poner bien... Vas a ponerte BIEN!!!!"

Se quedó dormida.

Soñó de nuevo con aquel maravilloso momento. Cuando le vio y supo que nunca, nada ni nadie, nunca más les volvería a separar; que nunca más tendrían ninguna discusión, ni sonaría ningún otro portazo, ni se derramaría una sola lágrima más.

Cuando lo encontró caminando de espaldas hacia ella, y no se percató de que ella estaba allí, ni sabía que desde hacía un tiempo siempre llevaba un cúter bien afilado en el bolso, para poder defenderse si algo malo le sucedía yendo sola.

No le dio tiempo a gritar antes de que lo apuñalara.

Ella no quería su cara, porque le recordaba todo lo malo que le había pasado mientras la miraba; no quería su cuerpo porque sabía que había roto su vínculo con ella, pasando las noches con aquella JODIDA ZORRA que lo había engatusado. Ella sólo quería la parte que sabía que por naturaleza le pertenecía, la que sabía que conservaba toda su pureza, sus sentimientos, lo que no había podido ser mancillado por nadie.

Su corazón.


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Amaneció, y despertó empapada de aquel olor a putrefacción.

-"Joder, cariño, qué peste, será mejor que nos duchemos".

La eletricidad había vuelto en algún punto intermedio en aquellas horas, y pudo disfrutar de su ducha de agua caliente.

Cuando acabó, volvió a meter SU CORAZÓN en el congelador, no sin previamente haberlo besado, y pensar en lo enormemente feliz que era, sabiendo que nadie, nunca más, se lo podría arrebatar, que nunca estaría con nadie más.

-"¡Oh! Casi me había olvidado de tí".

En el sofá seguía aquella pila piramidal de botellas de plástico. Se sentó en el taburete a admirarla de nuevo. Todo era tan perfecto, ella era tan feliz...

Tan feliz...



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Creo que haber leído tanto a Stephen King últimamente ha hecho que se me contagie un poco su forma de escribir (que nadie piense que me estoy comparando con él, ojalá tuviera una décima parte del talento literario que tiene ese hombre); pero mira, hoy, acordándome de una anécdota que me contó un amigo, la imaginación se me disparó, y he estado todo el día pensando en este minirelato (bueno, realmente en mi cabeza era muuuucho más extenso y daba para un libro, pero son unas horas un poco tardías y no me ha salido escribir tanto del tirón).

Hale, espero que a alguno de los 3 que leéis esto os haya gustado :p Buenas noches! ;)

22 de septiembre de 2010

Y cuando se está más abajo...

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...de pronto un día te levantas con un chute de hormonas que hace que lleves un inexplicable buen humor (excepto, claro está, la última hora de trabajo, cuando estoy recogiendo para irme a mi casa y me entra algún/alguna desgraciad@ a mancharme lo que ya estaba limpio, ahí no puedo evitar la mala baba).

Pues eso, que sigo con mi racha de catastróficas desdichas, y de vez en cuando distraigo mis malos pensamientos (a veces tan crueles y agresivos que me dan miedo hasta a mí... Beh, a quién pretendo engañar, realmente me gustaría que se cumplieran y algun@s sufrieran hasta haber deseado no nacer) con libros y películas de todos los géneros habidos y por haber... Ya me he tragado las tres películas de Crepúsculo (con un A en el sofá que se sobaba de aburrimiento, y yo mientras tanto con los ojillos iluminaos, suspirando y de vez en cuando diciendo un "ay qué boniiiiito, yo tambiñen quiero un Cullen para míiii..."), unas cuantas de Disney que me faltaban, y me he leído, en el último mes, algo así como diez libros, más aparte el curso de inglés... Lo que digo de que esto del insomnio tiene algunas ventajas...

Pues bueno, ninguna buena novedad que contar, me voy a empezarme el onceavo libro; a los pocos que me quedan, gracias por estar; al resto de perros traidores, ojalá os bebáis por equivocación un trago de ácido y se os coma desde dentro, lenta, cruel, y agónicamente...

15 de septiembre de 2010

Frío...

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Que me he muerto un poquito por dentro? Pues claro que sí. Pero también sé que varias ostias me lleva dadas ya esta perra vida que me ha tocado vivir, y que en alguna parte dentro de mí, hay un pequeño ave Fénix que un día de éstos, cuando menos me lo espere, dejará su letargo y hará que ese trocito de mí vuelva a renacer, más bonito, más brillante y más fuerte, y sobre todo, sin volver nunca la vista atrás.

Una de las cosas, sinceramente, que más me sorprenden (y, en cierto modo, me preocupan) es que con tantas cosas malas que me han pasado en tan poco tiempo, no haya derramado ni una sola lágrima... No sé si pensar que me he hecho más fuerte (porque es que, Dios, o quien esté por ahí arriba, DAME UN JODIDO RESPIRO, llevo ya DOS PUTOS AÑOS en los que casi lo único que me pasan son desgracias!!), lo cual pues mira, no está tan mal, o que me he quedado vacía por dentro, no sé, sin alma... Últimamente tengo reacciones que no he considerado nunca mías (no es que yo sea una llorona, ni mucho menos, los que me conocéis de hace tiempo lo sabéis), a veces tengo pensamientos TAN agresivos que me asusta un poco (esto quiero achacarlo a que últimamente paso mucho tiempo con H, y se me pega), y no sé... Todo esto no me lleva a ninguna parte, no?

Recordáis aquella frase de película (creo que era "Cuando Harry encontró a Sally") que decía "Sólo soy una chica pidiendo que la quieran"? Pues yo sólo soy una chica pidiendo que dejen de pasarle desgracias... JODERYÁ.

Y bueno, después de haber visto "Kung Fu Panda" y "Crepúsculo", me voy un ratito a la cama a seguir leyendo a Stephen King (sí, tengo la noche de registros variables, algún problema?).

También soy una chica con ganas de poder dormir como la gente normal...

8 de septiembre de 2010

Final alternativo de Moulin Rouge #1

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Como todos (los que conozcamos la historia) sabemos, Christian se fue del Moulin Rouge corroído por los celos hacia el Duque. Nunca se molestó en intentar saber lo que le pasaba a Satine por la cabeza, sus motivos, sus razones; él simplemente se cegó por los celos, y se marchó del mítico edificio, y de la vida de la cortesana a la que tanto había amado y a la que ahora despreciaba.

Christian se dedicó desde ese momento a olvidarla con todas sus fuerzas: pasaba el día trabajando, ahora un guión, ahora un poema, ahora alguna participación extra en una obra para subsistir; al acabar el trabajo, siempre se le acercaba alguna fulana, o la buscaba él, para mitigar sus penas, entre falsas caricias rehogadas con alcohol.

Siempre le venía algún chismoso truhán de aquellos bohemios que tan bien iba conociendo durante su estancia en Paris, en la famosa Bohème, que le contaban cualquier cosa sobre Satine: que se la había visto con el Duque, o que seguía ejerciendo como cortesana entre bambalinas, ya que la obra estaba yendo peor; realmente, a Christian le daba igual. Sus celos le habían vuelto tan loco que cualquier cosa que le contasen podía creerla, y él además la aderezaba en su imaginación.

Así, fueron pasando las semanas, los meses, los años... Hasta que dejaron de llegarle comentarios sobre Satine, la perdió de vista y siguió con su espiral de falsos amores, alcohol y mala vida hasta que una mañana lo encontraron muerto en un callejón, con lo que hoy en día llamaríamos una sobredosis alcohólica que después de tantos años bebiendo había acabado por destrozarle el hígado y provocarle la muerte.


Lo que Christian nunca llegaría a saber es que Satine nunca le dejó de amar, que pasó su vida esperando que en algún momento él apareciera por el Moulin Rouge, que comprase una entrada y se sentase entre el público, y ella alcanzara a verlo; por eso, cada noche, en la obra, intentaba mirar las caras de todas y cada una de las personas que habían asistido con la esperanza de encontrarlo allí, mirándola, aunque fuese con un pequeño atisbo del amor que había sentido por ella; pero cada noche, la obra terminaba. Cada noche, se le acercaban decenas de personas intentando conocerla, decirle lo mucho que los había maravillado. Cada noche, algún caballero (o no) sugiriéndole pasar un buen rato entre sábanas. Y nunca, en los siete años que la obra se mantuvo en cartel, apareció Christian.

Al final, Satine terminó casándose con el Duque, que la retiró de su vida bohemia (tal como había ansiado todos aquellos años) y al cabo del tiempo incluso se convenció de que ella realmente había aprendido a amarlo y respetarlo. Las artimañas de cortesana nunca se pierden para según qué cosas.

Lo que ni el Duque, ni Christian, ni nadie más en el mundo sabía, es que cada noche, antes de dormir, duante lo que le quedó de vida, el último pensamiento en la cabeza de Satine fue:

Come what may...

7 de septiembre de 2010

7 de septiembre

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Insomnio total... Anoche me eché en la cama a la 1 de la madrugada, hecha mierda como siempre, para llegar a ver las siete de la mañana... Me acabé un libro del que me quedaban 30 paginitas de nada, y cuando vi que no había forma humana de dormirme, me leí El diario de Bridget Jones. Sí, entero.

En consecuencia, me he despertado a las dos de la tarde, dando plantón a alguien que me ha jodido bastante (aunque es subsanable y mañana lo reparo, aunque me tenga que ir sin dormir), es decir, lo justo para arreglarme e irme a currar, un día más.

Es lunes y lo único que quiero es que sea viernes ya para, simplemente, beberme cuatro cervezas, emborracharme y olvidarme de toda esta puta mierda. Sólo quiero currar y emborracharme, y no pensar, no pensar EN NADA.

2 de septiembre de 2010

Historieta nocturna

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Volvía yo tranquilamente del curro por mi calle hacia mi portal (bueno,lo de tranquilamente es un decir, desde que me atracaron voy tensa como nunca), charrando con J y contándonos las novedades de nuestras extrañas y frikis vidas, cuando veo que cerca de mi portal hay aparcado un BMW negro, con las luces encendidas y el cuadro de mandos (señal de que se habían dejado las llaves puestas), cosa que me ha extrañado ya que vaya, si yo tuviera un coche así ya llevaría cuidado de dejarlo cerrado siempre... Me quedo cosa de diez minutos observando sin saber muy bien qué hacer pero con la sensación de que tenía que hacer algo; primero me han dado ganas de coger las llaves y por fin, tener coche propio, pero tras descartar la idea (maldita conciencia) he llamado al 091 y le he explicado el caso, ejerciendo de buena ciudadana, me han hecho dar mis datos, para la ficha, y bueno, cuando he colgado, mi sentimiento marujil me ha obligado a quedarme en la calle observando hasta que llegase la policía.

En un momento dado, veo que salen dos cós del kebab de la esquina de mi calle, se suben al coche y se piran, y acto seguido, pero SEGUIDO, llega un coche de la Policía y aparca en el sitio donde hacía dos segundos estaba el BMW, me acerco a ellos y les digo lo que ha pasado (textualmente "han salido dos garrulos del kebab, se han montado en el coche y se acaban de ir" xDDD sé de uno que se ha reído bastante de mi descripción tan gráfica de los dos tipejos xDDD), así que nada, el policía (ay omá qué ricos están todos con ese uniforme, por dios!) me ha pedido el DNI, y tras darle toda convencida LA TARJETA DEL AUTOBÚS, quedarme parada un segundo, ponerme roja cual tomate y darle el documento correcto, me han tomado los datos y se han ido "to follaos" por donde se había ido el coche.

Y colorín colorado, esta historieta se ha terminado!!

Actualización y cosas varias

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Bueno, bueno, sí que tenía esto abandonadillo... Entre la falta de tiempo que he tenido últimamente, y las pocas ganas de hacer nada, casi ni me acordaba de que tenía blog, y gracias a S que me lo hizo recordar la etílica noche del viernes, digo yo que ya va siendo hora de escribir (además, que saber que en vez de 2 ya sois 4 lectores del blog, pues mira, hace ilusión! xD)

He estado leyendo por encima las últimas entradas (pero que muy por encima, no me apetece que me pueda entrar un bajón por según qué cosas que pueda leer, gracias), y en una de ellas, de junio, comento que estoy con el insomnioy blablabla... Pues bien, señoras y señores, ahí sigo, con el ritmo de sueño totalmente cambiado, y aparte de esto, sufriendo el echarme en la cama muerta de cansancio y habiendo dormido fácilmente 4 horas en las últimas noches, y no haber forma posible de conciliar el sueño. Luego dicen que si estoy empanada siempre... Pues no me extraña, más ganas que tengo yo de dormir como una persona medianamente normal no las tiene nadie :s

En julio estuve de vacaciones dos semanitas dedicándome a no estar quieta la primera, entre Cambrils y Barcelona, el día en el aquapark con M (que tal y como escribí, me lo pasé cual enana tirándome por los toboganes y haciendo el cabra), otro día de pateada impresionante con J por Barcelona en el que hice más turismo que en los últimos 3 años (12 horas p'arriba y p'abajo, rotura de pantalones en pleno Barri Gòtic incluída), la gimkana y el cumpleaños de Noe, días de playita, compras y conversaciones con mami en Cambrils... Y la semana siguiente, RELAX en Murcia. Mi semana allí se basó en dormir una media de 12 horas diarias, estar en la playa tumbada al sol, comer cual cerdita, hablar largo y tendido con Pili y estar con la familia. Echaba tanto de menos estar así...!!

Y a la vuelta de las vacaciones, otra vez al currito. Sigo en la cafetería "de siempre" (bueno, en la misma que desde diciembre) y a veces haciendo nochecitas en el Moog, y ambos trabajos se hacen más llevaderos cuando hay semanas como la anterior, en la que me vino a visitar TANTÍSIMA gente! Ya lo puse en el msn, pero igualmente... Muchas gracias a tod@s! ;)

Y bueno, que seguiría escribiendo más cosas, pero en todo caso, en otra entrada, éste ha sido un pequeño resumen de lo que ha ocurrido en este tiempo que llevaba sin escribir (obviamente han pasado muuuuchas más cosas pero carajo, estoy empanada y no me apetece ahora mismo, jodersus :p), haaata otra!!

17 de junio de 2010

Paz...

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Poco a poco me voy tranquilizando... Ahora diría incluso que disfruto de cosas que antes ignoraba, o que a cualquier persona le parecerían una chorrada, como fumarme un cigarro tranquilamente después del trabajo en el parquing del centro comercial, sentada tranquiiiiiilamente en una barandilla... Que es una tontada? Pues puede ser, pero yo hacía mucho tiempo que no tenía esta calma interior, esa cosa de no estar disgustada a cada momento, o tener que estar tragándome las borderías o el veneno por aquello del "venga, no vamos a tenerla...". Pues no, señor, ahora es momento de tranquilizarme un poco, intentar ver las cosas desde otro prisma... Sabéis cuantísimo tiempo hacía que no me daba por canturrear/berrear en el coche o en casa?? Pues hoy, todo el santo día así. Que en el curro sonaban las mismas dichosas canciones que llevo escuchando desde hace 6 meses (por favor, señores de Cadena Dial... Varíen un poco!!!)?? Antes me encabronaba (joder, otra vez esta puta canción, estoy hasta los huevos, blablabla...); hoy, las iba canturreando por la barra y cuando me tocaba meterme en la cocina o estaba sola, las cantaba al volumen que me diera la gana.... Que sí joder, que tengo 25 años y ya está bien de comportarme como una madre de 50 amargada y cansada de vivir... Momento KBOOOOM otra vez...

También es posible que hoy esté contenta-de-la-muerte, entre otras cosas, porque he conseguido algo que llevaba queriendo conseguir desde hace unos... 7 años, y aunque se me ha pasado por alto hacerle una foto, mañana si no pasa nada lo haré... No me servirá más que para deprimirme cuando vuelva a estar igual que estos 7 años, en plan "joder, si lo conseguí, por qué narices no he podido mantenerlo?!?!?!?", pero bueno, el orgullo para mis adentros de "una vez lo hice!!" ahí se quedará xD (no me extraña que nadie lea esto, con estas idas de olla encriptadas a ver quién no se aburre... en fin, sigo).

Sigo añadiendo planes a mis vacaciones de verano, hoy añadimos día de pasárselo cuales enanos en el aquapark (bueno, unos más que otros, imagino... Porque yo, como siempre, perderé 2 horas del día echándome la siesta -gracias M-, porque soy como una cría pequeña y la combinación agua+sol+después de comer, me hace quedarme frita al instante xD). Ya tengo ganas de tirarme por todos los toboganes (menos los kamikaze y esas movidas demasiado heavies...), y llevar al otro desesperao y con ganas de cortarse las venas: "vamos para allá!!! Ahora vamos aquí!!! Ahora vamos a ver los delfines, ayyyyyyyyy québonicossonyoquierounocómpramelo!!!!!!!!!"... Cuando voy a estos sitios tipo aquapark, Port Aventura, etc, me convierto en una niña de 10 años... Menos mal que con quien voy ya lo sabe y sabe que tiene libertad para mandarme a hacer gárgaras si me pongo demasiado porculera xD

Y en fin... que sigo con mi plan "estar ocupada todo el día al poder" para no pensar en lo que no tengo que pensar... Que si llevo una semana sin que me entre el bajón (récord absoluto hasta ahora) no es plan de tirar por tierra todo lo que he conseguido en estos días... Una vez más, gracias a todos los que estáis ahí...

16 de junio de 2010

Insomnia...

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Pues sí, querid@s lectores del blog que se pueden contar con los dedos de una mano, como bien sabéis vuelvo a tener una de mis maravillosas épocas de insomnio en las que, por poco que duerma, por mucho que haga durante el día, por muchos días y noches que pasen... no soy capaz de conciliar el sueño (como siempre digo, lo único bueno que tiene es que la operación bikini se hace sola, y es que con el cuerpo y el metabolismo tan hechos polvo, ni me acuerdo de comer... De hecho... Creo que lo último que comí fue anoche un par de trocitos de pollo que mi bendita madre había preparado).

Sigo en modo encabronada con el mundo, pero ahora un poco menos... Algo así dice una canción de Conchita (sí, es lo más ñoño que ha parido madre, y no pega con el resto de música que escucho, pero me da igual, mis gustos musicales van como mi metabolismo), como que cuando una ventana se cierra, se abre un ventanal, más grande, más fuerte y con vistas al mar (rima súper currada, ya lo sé.... No me hagáis hablar de las de Fito porque no terminaríamos nunca).

Lo que vengo a decir es que parece que POR FIN he cortado por lo sano con lo que yo llamaría la época más autodestructiva emocional y psicológicamente hablando que he vivido en muchos años; creo que ha llegado el punto de decir (volvemos otra vez con letras de canciones), como Amistades Peligrosas (con estos no os metáis que sí que me gustan): "Yo te quiero pero más me quiero a mí"... Y es que ya han sido dos años de mucho pasarlo mal, mucho aguantar, mucho tener paciencia, y al final se me ha juntado también con movidas en el trabajo, con los amigos, mi estrés subiendo, subiendo, y al final, como decía alguien también... KBOOOOOOOM!

No digo que me vaya a ser fácil, ni que lo consiga de la noche a la mañana; lo tengo comparado con dejar el tabaco: sabes que es algo dañino, que no tiene otra función más que la de mermarte poco a poco, pero tienes el mono y has de estar luchando por evitarlo y que no te afecte... Ves a amigos fumando, o algún inoportuno se te pone a hablar del tabaco (yo sé lo que me estoy diciendo... Vaya mierda de blog que escribo cosas que sólo entiendo yo), y te entra el mono, pero sabes que tienes que decir "se acabó".

Menos mal que este fin de semana he tenido una ración extra de (perdón por continuar con el símil, pero ya que estoy....) "parches de nicotina" que de verdad han conseguido lo que no imaginaba, que pudiera pasármelo bien, reírme a carcajadas, sentir que no estoy sola en este puto mundo y darle un pequeño subidón a mi autoestima... Y todo esto, sin haberme acordado en casi ningún momento de que ya hacía días que no probaba un cigarro!!!

He pasado momentos que, quizá porque estoy como estoy (joder, el día que deje de estar en horas bajas...) me han parecido súper especiales unos, mágicos otros, otros divertidos "sin más", pero resumiendo, no he pasado ningún momento malo en todo el finde (exceptuamos las dos noches que no pude dormir porque es ya forma parte de la tónica habitual....)

-Conducir a 140 km/h (en línea recta y despejada, ansío adrenalina pero no soy estúpida).
-Pasarme una mañana recorriéndome el Barrio Gótico por X vez y descubrir rincones que no conocía, o que quizá siempre he pasado mirando pero sin ver.
-Ver bailar sardanas por primera vez en mi vida.
-El sushi del japonés giratorio (qué atracón... como siempre).
-Quedarme tirada al sol durante una hora en pleno centro de Barcelona, dedicándome únicamente a hablar de cosas banales, disfrutar del sol sobre la piel y el contacto del césped fresco en mi espalda, y guardarlo en la memoria como uno de esos "momentos de paz absoluta" que nunca se olvidan :)
-La nueva moneda extranjera que se halla en mi poder.
-Quien me la regaló y quien me explicó de dónde era.
-Estar tirados en casa un domingo por la noche, y salir "a la aventura" en busca de bares.
-Ver a Dinio en persona (y no darme cuenta hasta media hora después, aun habiéndomelo dicho... No conoceréis a muchas personas que sean más empanadas que yo...)
-Dormir 10 horas seguidas a pierna suelta, sin haberme pasado tres o cuatro horas dando vueltas, sin despertarme en mitad de la noche, sin pesadillas... Simplemente, dormir y descansar.
-Perderme en Paseo de Gracia (esto en principio no debería ser algo positivo, pero con lo rutinaria y aburrida que ha sido mi vida últimamente, el mínimo imprevisto "aventurero" me parece genial) a pesar de habérmelo recorrido casi casi lo mismo que las Ramblas.
-Hablar, hablar y hablar y que se pasen las horas sin darse cuenta.
-Que mi madre y la Bali vengan a rescatarme porque está lloviendo :p

La pena que me ha dado irme de Cataluña y volver a Zaragoza no lo sabe nadie... Menos mal que en breves vuelvo a estar por allí (menudo mesecito de espera....)

16 de mayo de 2010

La lógica

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Soy de lo que no hay, igual estoy meses sin actualizar, y ahora en un ratito van dos... Pero es que hay veces en que no puedo evitar divagar y reflexionar; bueno, reflexionar me encanta, lo malo es que casi nunca tengo con quién, el resto de gente me suele parecer muy superficial para trata según qué temas; sí, puedo querer mucho a mi novio, o llevarme genial con mis amigos y que me caigan muy bien, pero pocas, muy pocas veces he encontrado personas con las que tenga "química" intelectualmente. Con esto no quiero decir que todo el mundo menos yo me parezca gilipollas, sino que cada cual tiene sus propios intereses, y que cada uno dedica su tiempo y su mente a pensar en lo que más le apetece.

El caso es que en una de esas reflexiones que escribe J (no es un amigo, pero llamarle "conocido" me sabe a poco, así que sin etiqueta, mejor) ha habido una frase que me ha hecho reflexionar; la frase en cuestión era "las mentes lógicas suelen torturarse como penitencia por sus errores".

Yo me he considerado normalmente una "mente sensata" (aunque aún no me ha dado por reflexionar si lógica y sensatez tienen mucha relación), pero como todos, he cometido errores, dándome cuenta o no. Pero a raíz de esta frase me da por pensar en muchas cosas... Quiero decir, cuando me he torturado por algún error que he cometido, he tenido la opinión de quien me aconsejaba que no me rayase más por el tema si era algo que ya no se podía solucionar (eso está bien), PERO cuando he tenido un fallo y he tomado como opción el no torturarme, he tenido quien me ha tachado de mala persona, insensible, o superficial, por no afectarme o no darle vueltas a algo que ya no tenía remedio. Entonces, en qué quedamos? Qué sería lo "lógico"? Pasamos todos de todo y que el mundo se vuelva loco? O nos torturamos todos por nuestros errores y que el mundo termine volviéndose loco también?

Creo que la opción más sensata a la hora de cometer un error es aprender de él para intentar no repetirlo, o poder solucionarlo lo mejor posible en caso de que se nos vuelva a plantear una situación parecida a la que nos hizo errar en el pasado; esto es lo que suelo hacer siempre, pero la lástima es que la gente no suele hacerlo y prefieren seguir en su día a día olvidándose de su pasado.

Es imposible tener una vida sin errores; yo de hecho, no es que me sienta orgullosa de ellos, pero siempre digo que de todos he aprendido algo, me han sido útiles, y quizá si no los hubiera vivido cuando ocurrieron, en el futuro se me habría presentado algo parecido y no habría tenido nada con que compararlo, y quizá al cometer el error las consecuencias habrían sido peores...

Todos en algún momento deberíamos reflexionar sobre nuestros errores (reflexionar, que no torturarnos) y sacar el mayor provecho posible, en vez de "dejarlo correr" y aquí no ha pasado nada, que es lo que suelen hacer por desgracia muchas de las personas que conozco. Las cosas hay que hablarlas, y un "lo siento" bien sentido, o un "no volverá a suceder" y que realmente no suceda de nuevo, arreglarían muchas cosas en este mundo de locos en que vivimos...

Reflexión de la semana: el colectivo "gente" y sus costumbres

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Muchas veces se me viene a la mente una frase que leí una vez en una tira cómica de El Jueves (esa revista que siempre que encuentro en bares devoro, pero que no me compro nunca, excepto cuando estoy de viaje y tengo que cubrir las horas de aburrimiento). Bueno, la frase en cuestión venía a decir que siempre estamos criticando a la gente, sin darnos cuenta de que muchas veces nosotros también somos "gente"...

Como algunos sabéis, esta semana en el trabajo me ha tocado ir en el primer turno de mañanas, lo cual ya me fastidiaba porque madrugar no es algo que me siente bien, y tener que levantarme cada día a las siete de la mañana me sienta como una patada en el estómago; por la tarde no puedo echarme siesta porque si no por la noche no hay quien me haga dormir, y aun con eso, muchas noches me ha costado trabajo conciliar el sueño...

El caso (que siempre me lío a hablar de otros temas y al final me desvío demasiado) es que el miércoles a primera hora, antes de abrir, vino mi jefa para tener una "charla" conmigo; me preguntó si es que yo tenía algún problema con el turno de la mañana porque la caja había bajado y la gente le había dado quejas de mí, a lo cual yo, después de mi cara de "cómor?", le pregunté que cuáles habían sido esas quejas; le expliqué que yo los cafés los preparo igual por la mañana que por la tarde (y alguna que otra vez la gente me ha felicitado porque me había salido muy rico, o porque se piden un café un poco "especial" y resulta que se lo he preparado exactamente como le gustaba), y que, que yo supiera, no le había hecho un feo a nadie, ningún mal gesto ni ninguna cntestación borde... En fin, que no sabía cuál podía ser el problema, y que yo siempre hago las cosas lo mejor que puedo.

También es posible, le dije a mi jefa, que yo no le diese mucha charla a la gente por las mañanas, pero es porque simplemente no les conozco y no tengo ninguna confianza con ellos, y porque teniendo seis o siete personas pidiéndome cosas, prefiero ir sacando la faena que pararme a hablar y dejar a los demás esperando... Me dijo que intentaría enterarse de cuáles eran las quejas concretas sobre mí y que me las diría, cosa que también le pedí yo, ya que me gusta saber cuáles son mis fallos para intentar enmendarlos.

La cosa es que al rato volvió y me dijo que la queja venía porque el día anterior una trabajadora del centro comercial vino a desayunar y me había pedido un café A, y yo le había servido un café B, y por eso estaba disgustada conmigo y se había quejado. A lo cual mi pensamiento único fue que esa tía es subnormal (obviamente lo pensé pero no lo dije), porque vamos a ver, si tú pides un cortado, y te sirven un con leche, lo lógico es que le digas a la camarera lo que habías pedido para que te lo cambie, y no que te calles, te lo bebas, y luego vayas a dar las quejas. Me quedé un poco alucinada y le dije a mi jefa que yo no le pongo el café mal aposta a la gente, si no que no la oiría bien y me confundí, pero que si me lo hubiese dicho se lo hubiese cambiado.

A pesar de que la queja había sido esa, la verdad era que la caja iba bajando conforme pasaban los días, y yo, como buena paranoica que soy, empecé a rayarme y darle vueltas a la cabeza, a ver por qué la gente venía menos estando yo; lo hablé con amigos y la conclusión final a la que todos llegamos fue que, primero, la gente es subnormal (aunque eso y ya lo sabía), y segundo, que la gente se acostumbra a una cosa, y en cuanto se lo cambias ya tiene que quejarse; da igual que yo sirva los cafés igual que la chica de las mañanas, o que siempre tenga una sonrisa como ella; el problema es que, simplemente, la gente está acostumbrada a Pepi, y aunque Paqui sea igual de buena, NO es Pepi.

Aunque la conclusión me alivió un poco, y también saber que sólo iba a ser durante una semana, me quedé encabronada con el tema; puede que también es porque toda la vida la mala suerte me ha acompañado, y parece que siempre me ha tocado ser "la otra" en todos los ámbitos; en muchos trabajos (este último incluído) me han contratado para subsitutir a un trabajador que era súper apreciado en la empresa (y claro, ya parece que nunca vas a ser tan bueno, porque no eres "el otro"); en las relaciones, muchas veces he sido la chica que ha venido después de "la novia de toda la vida" del chico en cuestión, con lo que cualquier cosa que hagas siempre vendrá juzgada con un "es que con fulanita no te habría pasado esto...", así que luego me vienen los bajones que me vienen, si es que no debería sorprenderme a mí ni a nadie...

Pero bueno, volvamos al tema del trabajo matutino; una de las cosas que hay que hacer en el primer turno de mañana es ir antes a la panadería y comprar el pan para la cafetería; el lunes llegué y no sabía cuánto pan compraban, así que le dije a la dependienta que venía del bar X a por el pan, y ella ya sabía lo que tenía que venderme, así que un problemita menos y yo más feliz que unas pascuas, el resto de la semana llegaba y pedía "lo del bar X" y ya estaba.

Pero llegó el viernes y la chica que me había atendido durante los días anteriores no estaba, y yo llegué y dije "lo del bar X", y la chica no sabía lo que tenía que ponerme, así que tras varias pruebas de precio (lo que yo sabía era que siempre me costaba 8 euros), al final dimos con la cantidad de pan que era; claro, retrasándome un poco y rompiéndome un poco los esquemas, pero bueno, lo importante era que al final salió bien.

Así que pagué mis 8 euros, salí de la panadería y me encendí un cigarro antes de entrar a trabajar; y mientras esperaba en el semáforo, pensé "joder con la de la panadería, menuda idiota, mira que no saber lo que le pedía... Cómo se nota que no es la que está siempre..."




Ouch.

7 de abril de 2010

Mujer de hielo o wtf??

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Llevo una época la mar de raruna... Es como si todo me afectase mucho menos, en serio, no sé... Y de hecho, tampoco sé si catalogarlo como bueno o malo... En parte lo agradezco, porque la mayoría del tiempo soy una persona que siempre está rayada con algo, pensativa, intentando mejorar esto o aquello o taladrándome la cabeza con un asunto u otro, y esto de llevar unas semanitas con el rollo "prf" a todo, como que es más relajado... Qué mal me explico a veces...

La parte mala es que tengo que aguantar a mucha gente preguntándome muy a menudo que qué me pasa, y claro, cuando les contesto que no me pasa nada, no me creen. Pues oye, es verdad, no me pasa nada, y esta vez no es el típico "a mí? Si no me pasa nada!" femenino, que esconde un "me pasa algo pero estoy esperando el momento oportuno para explotar". No, en serio, no me pasa na-da, estoy pasota, estoy a mi bola, tengo el cerebro emocional en standby...

Estas minivacaciones de Semana Santa me han venido muy bien para desconectar unos días; bueno, mejor dicho, para cambiar de aires. La verdad es que llevaba tiempo sin salir de Zaragoza y me apetecía mucho escaparme unos días;no es que haya hecho nada especialmente fuera de lo común: un poco de turismo, una noche de cenita "a lo catalán" con ese pan tomaca rico rico que preparo sólo en Cambrils (por qué no me pongo a cocinar nunca en Zaragoza pero estando fuera me apetece tanto??? No lo entiendo), las partidas de cartas con mi madre y una visitilla a Barcelona a ver a Noe en la que aunque el plan estrella se fastidió, la verdad es que no me afectó y me lo terminé pasando muy bien igualmente... Además, creo que resolver mi gran duda sobre "esa versión" del Desátame y enterarme de lo que me enteré me puso contenta para una bonita temporada ^.^

7 de enero de 2010

Qué desastre...

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Hoy toca entradita de canción... Aprovecho para darle las gracias a Teresa porque fue gracias a ella que empecé a hacer este tipo de entradas... Gracias baby :)


Qué desastre,
Qué desastre,
¿Dónde voy?
Ciego estoy...

Yo no sé
qué pensé...
Se perdió,
qué final
y qué mal terminó...

Qué desastre,
si pudiera,
muy lejos yo me iría,
si me encuentran algún dia
sólo habrá un cartel...
"Aquí en paz descansa Jack".

Pero nunca imaginé esta locura, ¡nunca!
Y no lo podían comprender, ¡imposible!
Que yo sólo quería para ellos lo mejor,
y es que todo lo que hago es un error.

Pues me da igual,
al menos lo intenté,
y por Dios todos lo saben, triunfé.

El cielo estuve ahí a punto de tocar
y de mí grandes historias recordarán.

Y por primera vez desde hace tiempo ya
me he sentido otra vez como un tipo genial,
yo, Jack, el rey del mal.

Ah, sí, yo soy el rey del mal!
No esperaré hasta Halloween,
porque tengo un nuevo plan con el que se asustarán

Y con gran esfuerzo sé que lo voy a intentar!

Oh Oh, espero estar a tiempo de rectificar....