22 de septiembre de 2010

Y cuando se está más abajo...

...de pronto un día te levantas con un chute de hormonas que hace que lleves un inexplicable buen humor (excepto, claro está, la última hora de trabajo, cuando estoy recogiendo para irme a mi casa y me entra algún/alguna desgraciad@ a mancharme lo que ya estaba limpio, ahí no puedo evitar la mala baba).

Pues eso, que sigo con mi racha de catastróficas desdichas, y de vez en cuando distraigo mis malos pensamientos (a veces tan crueles y agresivos que me dan miedo hasta a mí... Beh, a quién pretendo engañar, realmente me gustaría que se cumplieran y algun@s sufrieran hasta haber deseado no nacer) con libros y películas de todos los géneros habidos y por haber... Ya me he tragado las tres películas de Crepúsculo (con un A en el sofá que se sobaba de aburrimiento, y yo mientras tanto con los ojillos iluminaos, suspirando y de vez en cuando diciendo un "ay qué boniiiiito, yo tambiñen quiero un Cullen para míiii..."), unas cuantas de Disney que me faltaban, y me he leído, en el último mes, algo así como diez libros, más aparte el curso de inglés... Lo que digo de que esto del insomnio tiene algunas ventajas...

Pues bueno, ninguna buena novedad que contar, me voy a empezarme el onceavo libro; a los pocos que me quedan, gracias por estar; al resto de perros traidores, ojalá os bebáis por equivocación un trago de ácido y se os coma desde dentro, lenta, cruel, y agónicamente...

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