14 de junio de 2014

Día 6 (comienzo de la fase crucero)

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Por fin se acabó la fase de ataque (muy llevadera al principio, pero cuando llevas 5 días comiendo sólo carne, pescado y huevos, puedo asegurar que a partir del tercer día te sale por las orejas), hoy me voy a dar un homenaje en forma de ensalada ENORME que me voy a quedar como un dios :D

Y mi peso tras estos cinco días es....

65'3 kg!!!!

3'600 kg menos que el lunes!!! Vamos bien, qué digo, vamos genial!! Ahora a tener fuerza de voluntad y a pasar unas 12 semanas con esta fase de PP + PV :)

12 de junio de 2014

Día 4 (jueves)

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66'5 kg!!!! Yuju!!! Ya queda menos, y sólo hoy y mañana de PP... Qué ganas de meterme una ensalada al cuerpo!! Pacieeeeencia.... Ooooohhhmmmm...

11 de junio de 2014

Dukan - 2 primeros días

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Peso al comienzo (lunes por la mañana): 68'9 kg
2º día (martes): 67'5 kg
3er día (miércoles): 67'5 g

Estancarme al tercer día me desanima un poquillo, y los agoreros de "no vas a conseguir nada", "en cuanto lo pierdas lo recuperarás", "te vas a destrozar el organismo"", etc, tampoco es que ayuden mucho, pero de verdad espero llegar al objetivo (55 kg), poder hacerle una foto a la báscula marcando ese peso, subirla al Facebook, etiquetarlos, y mandarlos a tomar por saco con el "zas en toda la boca!" que sería....

10 de marzo de 2014

Vaya! (10-3-2013 16:17)

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Ni me acordaba de este blog, y trasteando en un rato de aburrimiento para no dormirme, cojo y lo encuentro... Qué bien escribía, no? A ver si lo vuelvo a retomar... Gracias a Dios, Alá, Vishnú o quien sea, no estoy tan baja de ánimos como en aquella época así que bueno, entradas más tontas pero al menos... Más feliz :)

18 de febrero de 2011

Gracias...

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A veces me da por ahí (jodeeer, que mañana amanezco a las 9 y son las 3!!), y me he puesto a leer el blog, desde sus comienzos allá por Abril de 2009 hasta ahora. Y de verdad, necesito decirlo en "voz" alta... GRACIAS, mil millones de gracias a quien, o quienes estén por ahí arriba donde no puedo verlos, por haber hecho que mi vida se centre, por haber hecho que mi cabeza por fin se limpie de tanta ponzoña, por haber hecho que recupere la estabilidad emocional que yo, y unos cuantos más, pensábamos que había perdido... Gracias por poner a J en mi camino y hacer que dos senderos se conviertan en uno, por haber hecho que entre en mi vida alguien que me proporciona tanta felicidad, paz, seguridad, estabilidad y que me apoya y me cuida tanto...

Gracias, gracias, gracias...

Reflexión (exigencias y demandas interpersonales)

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Últimamente está asolando Zaragoza una inesperada plaga de ijoputismo viral (sí, ijoputismo, sin h, a veces me gusta escribirlo así para enfatizar, no os creáis que la señorita Word va a tener a estas alturas errores de ortografía...) que comenzó, de hecho, la noche de mi cumpleaños; empiezo a creer que toda la rabia, rencor, odio y etcétera que llevaba acumulados en mi interior han salido de mí para dispersarse e introducirse en todos los que me rodean, y que el contagiado inicial (es decir, yo) milagrosamente se ha curado/inmunizado; y como buen virus, se ha ido contagiando, de mí a los que me rodean, y de los que me rodean a los que les rodean, lo han ido incubando y ahora está saliendo a la luz... Claro que como obviamente no soy tan importante ni tan poderosa esta teoría es totalmente una de mis muchas paranoias, pero me encanta crear teorías conspiratorias de cualquier tipo que giren en torno a mí... Ya sabéis que soy una paranoica; inofensiva, pero paranoica al fin y al cabo...

El caso es que de un tiempo a esta parte me estoy encontrando con muchos casos de personas que se quejan de que tienen algún/a amig@ que les exige mucho pero luego no dan nada a cambio, y eso les está causando problemas en su relación con esa persona, o se pasan el día dándoles vueltas al tema en sus cabezas, incluso autoculpándose, y creyéndose que son ellos mismos los que se están portando mal, por no cumplir las expectativas de ese amigo que les está reclamando su atención...

Pues, como dice alguien que conozco, seamos claros: aquí cada uno ha de preocuparse, principalmente, de sí mismo; y luego, en la medida de lo que se pueda y quiera, de los demás. No estoy pretendiendo hacer apología del egoísmo, no os confundáis; lo que quiero decir es que nadie puede dedicarse a vivir por y para los demás cuando esos "demás" lo que exigen es únicamente atención, mimos, y "estate pendiente de mí porque me duele el dedo gordo del pie y eso es algo muy importante". Tengamos un par de dedos de frente y aprendamos a discernir lo que es importante y lo que son MIERDAS, por favor.

Precisamente hace muy poco la familia de una de mis mejores amigas (que de hecho es para mí como mi propia familia) ha sufrido un mazazo bastante gordo, y me jode, me JODE terriblemente no poder estar cerca de ellos para poder darles ánimo, apoyarles y ayudarles más allá del teléfono, y me jode, me JODE soberanamente saber que todo el resto de "amigas" han pasado de llamarla, porque están muy liadas, sí sí... Ocupadas con los garrulos de sus novios, o preparando el siguiente fin de semana... NO ME JODÁIS, por dios, y luego son las primeras en "jo, es que ayer no me dijiste nada sobre mis zapatos nuevos, qué problema tienes conmigo? ya no eres tan amiga mía". Hay que joderse, sí señor...

Quizá es que yo he pasado por todo lo que la vida me ha hecho pasar, y sé que hubo un momento en que un cable dentro de mi cabeza hizo "clic" y me hizo ver las cosas de otra manera, y ello provocó que hiciera una "limpieza de amig@s" y bajara del pedestal a mucha gente que no se lo merecía, pero veo las cosas de una forma muy sencilla: si alguien no te hace caso, no les hagas caso a esa persona, porque no se lo merece. No es justo, nada justo, que de dos amigos, siempre tenga que ser uno de ellos el que llame, el que se interese, el que se pase a visitar, el que diga de quedar, el que ofrezca su ayuda... Y la otra parte no mueva un dedo y espere el "dámelo todo hecho", no señores, las cosas no funcionan así, y muchas veces no nos damos cuenta de que tenemos en demasiada estima a personas que no nos valoran en lo más mínimo... Por desgracia, sólo nos solemos dar cuenta de estas cosas cuando nos sucede algo chungo y descubrimos que, de taaaantos y tantos amigos que creíamos tener, sólo un par se preocupan de preguntarte qué tal estás, y qué tal lo llevas, y no te dicen "si necesitas algo me llamas", si no que te dicen "espera que paso por tu casa y mejor hablamos en persona"; eso, señores, lo hace MUY poca gente, pero no lo sabemos hasta que nos encontramos en la situación.

Así que, como consejos de hoy...

1-Aprended a discernir las cosas importantes de las que son meras banalidades.
2-Aprended a distinguir quiénes son colegas de borrachera y fiestas, y quiénes estarían ahí en caso de que necesitáseis algo de verdad.
3-No pongáis en un pedestal a nadie que realmente no haya hecho nada por vosotros, aprended a poner a cada persona a la altura que se merece, y recordad que
4-las cosas se demuestran con hechos, no con palabras, y que en las buenas siempre tenemos un millón de "amigos" alrededor.

Creo que son suficientes cosas para reflexionar por hoy, y yo me voy a dormir, que mañana tengo que atender a algunas de esas personas que sí que se han ganado sus puestos en mis pedestales interiores. Buenas noches!

15 de febrero de 2011

Ya no me acordaba yo de estas cosas...

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... y me refiero al tremendo sentimiento de superioridad, autoconfianza, autoestima y etecé etecé que me invade al ver cómo las "night wolves" (que me pongo culta... las lobas nocturnas, en castellano) inician sus rituales de cortejo con el macho alfa de la manada (quien dice manada dice garito...), para acto después poder ver y oír sus pataletas y rabietas de simples cachorras cuando el gran huargo señala a su hembra y se quedan con cinco palmos de narices xDDD Lo siento por vosotras, pequeñas mías, pero por suerte (para mí) o por desgracia (para vosotras), el macho alfa está fuera del mercado ^.^

(Momento Gollum) Y es míiiiiiiiio... Mi tesssssooooooroooo... :p

(Efectivamente, necesito dormir...)

25 de enero de 2011

Pensamientos intempestivos #4

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Tras un mesecito largo sin actualizar el blog (no tengo tiempo para nadaaaaaa, por dios, necesito relax!!) ahí van los chochos mentales de mi cabeza del día de hoy:

-Acabo de llegar a casa después de estar todo el puto día danzando; por la mañana, a hacerme POR FIN el dni, y de allí corriendo a la inauguración del salón, desde las 3 limpiando como si nos hubieran metido petardos en el culo, y de 20 a 00 en la barra echando cañas, coca colas y vinitos a lo producción industrial. Cómo le gusta a la gente los actos donde hay comida y bebida gratis, por favor! xD

-Hoy he comprobado cómo dos cosas que por separado te pirran, en combinación pueden matarte por dentro. Por favor, que alguien me diga quién cojones se inventó el foie recubierto de chocolate, para ir a cargármelo. He probado un trocito y aún se me está repitiendo, cosa más asquerosa!!

-Estoy hasta los huevos de los cambios que nos imponen últimamente: entre la jodida ley antitabaco, no poder circular a más de 30 en las callejuelas y a más de 50 en los cinturones (no es que ahora sea yo una fitipaldi con la motillo pero le estoy cogiendo soltura xD), cambiarnos el alfabeto, intentar cambiarnos el horóscopo, etc etc etc... estoy hartita perdida >.<

-Muchas veces me pregunto por qué nada en mi vida puede ser fácil: llegar y pim pam, fácil, joder. No, siempre tiene que haber un factor externo que haga que se me compliquen las cosas y me esté tocando los ovarios, y lo más jodido, sin poder remediarlo (de momento...)

-Odio que muerte se entrometa en la vida de María, así como estos meses atrás odiaba que María se entrometiese en la de muerte. Cuando una aparece, le jode la marrana a la que está en ese momento, y la mete en unos embolaos que luego la rayan mogollón, y estoy hasta las narices de esta doble personalidad mía. Cierto es que estoy en periodo de transición y la otra no se ha dormido del todo (es así de batallera ella), pero joderrrrr, tócame los huevos con lo que quieras menos con "esa" cosa... ¬¬U (acabáis de leer un párrafo de desviada mental, pero no os preocupéis que sabéis que en el fondo soy inofensiva y a la única que jodo es a mí misma xD)

-Y por último... No puedo decir más que Solid Snake 2.0 ^.^

18 de diciembre de 2010

Resistance

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Cómo mola que los Muse saquen sus singles con las canciones que me identifican en ese momento...


Is our secret safe tonight?
And are we out of sight?
Or will our world come tumbling down?

Will they find our hiding place?
Is this our last embrace?
Or will the walls start caving in?

It could be wrong, could be wrong, but it should have been right
It could be wrong, could be wrong, to let our hearts ignite
It could be wrong, could be wrong, are we digging a hole?

It could be wrong, could be wrong, this is out of control
It could be wrong, could be wrong, it could never last
It could be wrong, could be wrong, must erase it fast
It could be wrong, could be wrong, but it could have been right
It could be wrong, could be...

Love is our resistance
They'll keep us apart and they won't stop breaking us down
Hold me,
our lips must always be sealed

If we live our life in fear
I'll wait a thousand years
Just to see you smile again

Kill your prayers for love and peace
You'll wake the thought police
We can't hide the truth inside

It could be wrong, could be wrong, but it should have been right
It could be wrong, could be wrong, to let our hearts ignite
It could be wrong, could be wrong, are we digging a hole?

It could be wrong, could be wrong, this is out of control
It could be wrong, could be wrong, it could never last
It could be wrong, could be wrong, must erase it fast
It could be wrong, could be wrong, but it could have been right
It could be wrong, could be...

Love is our resistance
They'll keep us apart and won't stop breaking us down
Hold me,
our lips must always be sealed

The night has reached its end
We can't pretend
We must run
We must run
It's time to run

Take us away from here
Protect us from further harm
Resistance!

29 de noviembre de 2010

Pensamientos intempestivos #3

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-Hoy tendría que haber empezado con mi curso de escenografía y escaparatismo (toma ya), pero he decidido comenzarlo mañana. He amanecido a las 2 de la tarde y eso no son horas ya, ni para aprender, ni para nada.

-Voy haciendo progresos con la motillo; el primer día me pitaban cada 0'376 segundos; el sábado ya no me pitó nadie.

-Me dan miedo los psicópatas obsesivos, y no sé cómo librarme de ellos por si el remedio es peor que la enfermedad.

-Aunque la semana pasada fui la chica de las entrevistas, no ha cuajado ninguna; sigo buscando.

-Éste ha ido uno de los fines de semana más divertidos desde hacía unos cuantos: viernes organizando y limpiando, haciendo cocktails y ejerciendo como RRPP; el sábado, más cocktails, muchísimo curro, y poco limpiar y RRPP, no me daba tiempo.

-Me agobian hasta estresarme el espíritu las situaciones "yo soy su novia pero él no es mi novio", y la gente que consigue estropear en un momento los pequeños avances conseguidos en no poco tiempo; vuelvo a encerrarme en mi capsulita de misantropía y asco por el mundo, que se estaba muy agustito allí.

-El día que alguien consiga ganarse mi confianza hasta el punto de que sepa toda la mierda que tengo dentro, y cuando la descubra, encima me comprenda, le haré un monumento con fuet.

-Me gusta pasarme la tarde/noche de un domingo en que no hay nada que hacer poniéndome al día con gente de la poquísima a la que últimamente tengo aprecio. Gracias por estar ahí ;)

-Tengo unas ganas muy grandes de ver a mi familia...

22 de noviembre de 2010

Me va a reventar la cabeza.... KBOOOOM

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Hace un rato estaba con un brainstorming (pa los de la Logse, que diría Goyo Jiménez, "lluvia de ideas") interno conmigo misma, con mil cosicas interesantes para escribir, estaba ordenándolas mentalmente y de pronto el teléfono que suena, y me corta tooooodo el momento literario. Joder. Las musas, tan rápido como vienen, se van. Bueno, como tantas y tantas cosas en esta vida...

El sábado fue una noche, como siempre, movidita; mucha conversación con I, aunque esta vez no tan alegre como de costumbre (y es que cuando la borrachera te toca de bajón, pues toca, y hay que aguantarse, y sobrellevarlo como mejor se pueda...), el momento "jodó qué pedal llevas" de V, mítico, un par de encaramientos, que a este paso me ponen de segurata a mí (hay que ver, cuando saco la mala leche, lo macarra que me pongo... Esto no sé si clasificarlo en las cosas buenas o malas que me dejó de herencia el rey de los cerdos gañanes), y acabar almorzando a las 8 de la mañana hablando de la vida...

Total, que el domingo amanecí a las 6 y media de la tarde (abrir la ventana y decir "joeeeeeeer, pero si es de noche!!" deprime hasta al más pintado), y hasta ahora, lunes a las 3 y media de la tarde... A ver si consigo aguantar despierta hasta la noche y regular el ritmo por esta semana, y llevar vida de persona normal (já, já, já...)

Sigo con mi bipolaridad extrema... A veces pienso que me da absolutamente igual lo que sienta, piense o diga de mí el colectivo gente (que soy una petarda? Dos problemas tienes. Que soy una guarra? Cosas peores te habrás comido, seguro); y otras veces pienso que por esta etapa misantrópica mía quizá me estoy perdiendo gente que merece la pena conocer... Pero no puedo evitar ser así de arisca y de rancia. No me sale ser de otra forma ahora mismo; de hecho, se pueden contar con los dedos de una mano la gente que actualmente puede vislumbrar mi parte "buena", porque asoma muy poco, y en escasa proporción.

Es una mierda porque toda la vida he sido más o menos de una manera, y ahora estoy pues... vamos a llamarlo "inusual". No sé si me quedaré así pa los restos, o llegará un día en que volveré a ser como era siempre, pero por lo pronto estoy en la etapa de aceptación. Acepto que tengo que sanar aún muchas, muchas, pero que MUCHAS heridas y que me va a costar muchísimo más tiempo del que pensaba. Acepto que sólo con escuchar la palabra "relación", me entran todos los sarpullidos del cuerpo... Ejemplo práctico, hace unas semanas, en mi segunda casa...

Llega uno de los colegas nocturnos, súper feliz, a decirme:
-A que no sabes?? He vuelto con mi ex!!
-Ah, sí? Y qué tengo que darte, la enhorabuena o el pésame?

Ni lo hice por cachondeo, ni por resultar ingeniosa; fue la respuesta automática, espontánea. No puedo concebir una relación como algo beneficioso ahora mismo. Me reitero en que quizá me estoy perdiendo muchas cosas buenas, pero es que... Agh!! Me va a reventar la cabeza.

Voy a quitarme los tacones, la ropa pichi que llevo puesta (cosas del protocolo de entrevistas de trabajo), me voy a plantar mi chándal, me voy a poner a la Gaga a toda ostia, y a limpiar, que limpiando se hace hogar... Hale, hasta luego!

20 de noviembre de 2010

Sadness...

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A veces, sin querer, me encuentro cosas que me recuerdan buenos, muy buenos momentos pasados, y que las cosas están ahora mismo todas difusas (algunas opacas, incluso), y en un segundo me pongo tan triste que siento que podría desmayarme de pena en ese mismo momento... Enseguida tiro de mi armadura corazonera, me blindo, y me recupero un poco, aunque los escoldos de tristeza se queden reposando unas horas o unos días...

A veces me pregunto por qué, casi en todos los ámbitos, y siempre, en los últimos años, tengo que ser yo la que salga perdiendo... Haga lo que haga y aunque me esfuerce hasta que me suda el alma, al final salgo jodida y voy acumulando una herida tras otra, sin que nunca pase nada que aporte un poco de felicidad a mi asquerosa y misantrópica situación actual.

Llevo mucho más tiempo del que desearía luchando conmigo misma una batalla que parece estar perdida desde el primer momento; no sé si resignarme a vivir con esta melancolía permanente y seguir parcheándola con alcohol hasta el fin de los tiempos, o seguir intentando recuperar algo de mi espíritu de antaño...

Esta dichosa bipolaridad mía hace que a veces tenga estos ratos tan, tan, tan jodidamente chungos... Hoy no es un buen día para nada...

19 de noviembre de 2010

De amores y coliflores

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Ayer estaba yo en un pequeño remanso de tranquilidad en medio de mis mil millones de tareas pendientes de hacer, cuando me llamó mi amiga Laura por teléfono. Hacía un montón de tiempo que no hablaba con ella, y aunque normalmente me pregunta qué tal me va todo y sé que me quiere como a una hermana, esta vez le apetecía explayarse. No me importó; ya sabe que mis cosas van jodidas, y mi cabeza, peor aún, así que agradecí un rato de conversación frívola e intrascendente con la que reírme de todo.

-María!! Cariño mío... Qué tal te va todo? Y la búsqueda de trabajo? Te ha salido algo?
-Sí, un grano al lado de la nariz que ni el mejor maquillaje lo disimula... Y tú qué te cuentas?
-Ohhhhh, mi nena, lo último que te podrías imaginar... Me he enamorado!!
-Qué me estás contando? Venga ya, Laura. Dónde queda esa magnífica mujer de hielo que tanto me enseñó acerca de despotricar de los tíos, y no fiarse nunca de ellos, y blablabla? Vaya tela... Bueno, y de dónde ha salido? Cómo se llama? Es guapo?
-Es el tío más guapo que te puedas encontrar. Tiene unos ojos penetrantes que te llegan hasta el fondo del alma, una melenita suave y brillante que te dan ganas de acariciar hasta borrarte las huellas digitales; unos labios que estaría besando hasta el fin de los tiempos...
-Madre mía!! Sí que te ha dado fuerte!! Y cómo lo conociste?
-No, si no le conozco...
-Qué???
-Que eso, que no le conozco... Eso es lo mejor de todo!! Estuve hace dos semanas en el bar de siempre con mis amigos y él estaba en la barra de enfrente con los suyos, y empezamos con el tonteo de miradas un buen rato, hasta que se levantaron y se fueron... Y no le he vuelto a ver, ni ganas!
-Coño, Laura, y ahí se queda todo? Y así de contenta estás? Te has terminado de volver loca, o te estás quedando conmigo, o qué?
-Claro que estoy contenta!! Hacía muchísimo tiempo que no veía a un tío tan guapo, y encima, resulta que le gusté! Porque si no, no habría estado tanto rato mirándome y flirteando así, de esa manera tan resobada pero siempre tan excitante!! Imagínate, me he pasado estas dos semanas imaginándome que lo volvía a ver, y se me presentaba, y que entonces descubría que tenía una voz viril y sensual, y que era inteligente, e ingenioso pero sin llegar a ser pedante, educado, descarado... Vamos, como me gustan a mí los tíos.
-Y entonces cómo es que llevas fantaseando con él tantos días pero dices que no le quieres volver a ver?
-Porque seguro que si lo conociera, descubriría que es un estúpido gañán engreído!!

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-Qué tal llevas tu rehabilitación?? (a Laura le habían diagnosticado una desviación en la columna y en las caderas hacía unos meses, y desde entonces tenía que ir a unas sesiones en las que nunca, por más que me lo explicó a su manera, he sabido exactamente qué tenía que hacer; consistía en una especie de estiramientos ayudada por una especie de ATS, y aparte de eso empezó a ir a un masajista privado, que la llevaba por la calle del empapamiento de bragas desde hacía meses)
-Bueno, ahí sigo... Parece que se me va corrigiendo el problema, pero es un coñazo esto de tenerlo todo tan junto; salir de trabajar, irme corriendo a la rehabilitación mientras me como cualquier porquería por el camino, y salir corriendo de allí otra vez para volver a trabajar. Menos mal que un día a la semana me recompenso con los masajes del maravilloso Diego!! Que nena, no te lo vas a creer... Me pidió una cita el miércoles pasado!!
-Oh! oh, oh, oh!! Y ya ha sido? Cómo fue? Cuenta!!
-Ni ha sido, ni va a ser. Le dije que no.
-Cómo que le dijiste que no?? Por qué?
-Porque enseguida se creería con derecho a meterme mano, y yo no soy ninguna facilona!!

26 de octubre de 2010

La historieta de hoy

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Cuando era pequeña, me encantaba el fuego; realmente no sabía en qué consistía, pero era algo que me maravillaba: era brillante, su color era fascinante, su manera de balancearse al compás de un pequeño soplo de aire... Era algo que me tenía totalmente maravillada.

Me quedaba embobada con cualquier llama que veía: la del hornillo de la cocina de mi abuela, que casi siempre estaba en funcionamiento porque en aquellos años mi familia aún era normal y estaba unida, y mi abuela siempre estaba cocinando para alguien (mi madre o mi tío que llegaban de trabajar, mi abuelo y yo que volvíamos cuando me recogía del colegio), la de la estufa de butano que usábamos en el salón para calentarnos en invierno; me encantaba tumbarme delante de ella acurrucada entre los perros de mis abuelos, que eran más amigos míos, y me hacían sentir más segura, que casi cualquier otra persona que me rodease; la llama del mechero cada vez que alguien iba a encender un cigarrillo... Mi fiesta favorita siempre ha sido el Entierro de la Sardina, en la que, en Murcia, tras un desfile lleno de colorines, ruido y juguetes, todo el mundo va a una de las principales plazas de la ciudad, a ver cómo se quema un ninot (odio usar una palabra valenciana para referirme a algo tan típicamente murciano, pero creo que así los foranos entenderán mejor lo que explico) con unas llamas que se elevan hasta donde la vista alcanza. Una vez, siendo una niña que no contaba más de seis años, me escapé de la mano de mi madre y me metí entre la gente hasta quedarme a escasos metros de la figura en llamas, con el consiguiente susto de ella. Tal era mi fascinación por el fuego. Quería tocarlo, sentirlo, hacerlo mío, tener un poco de fuego sólo para mí.

Por eso, mi madre siempre tenía que estar muy pendiente de mis pasos, porque veía mi pequeña obsesión por el fuego y temía que alguna vez me pasara algo. Por eso, nunca me dejaba acercarme demasiado (recuerdo cómo, cuando me escapé, un bombero me tomó en brazos para devolverme a los de mi madre asustada, entre mis gritos y llantos de frustración por no dejarme estar cerca de ese elemento que tanto me atraía), como para alcanzar mi meta de TENER el fuego para mí.

En casa de mis padres había una caja muy bonita, hecha en piel, una caja de fumador; dentro había un compartimento estuche para cigarrillos, otro más pequeño para puros, un hueco para un estuche de cerillas, y otro con el tamaño exacto para un mechero Zippo; todos los compartimentos siempre rellenos con sus correspondientes contenidos, siempre lista la caja para ofrecer un cigarrillo a los invitados de una manera sofisticada.

Un día, mi madre y yo estábamos solas en casa como de costumbre, y una vecina llamó a la puerta y mi madre y ella se pusieron a charlar; yo estaba en el salón, como niña buena que era, quizá viendo la televisión, o quizá leyéndome algún libro de la colección de Premios Planeta de los que me enseñaron a leer con mis tiernos tres años; hasta que en mi inocente cabecita, me percaté de que la conversación entre mi madre y la vecina iba para largo; y entonces tuve una revelación.

La caja.

Siempre mirando con el rabillo del ojo hacia la puerta, bajé del sofá y me acerqué despacito a la caja de fumador; con un suave movimiento, abrí el pasador que cerraba la caja y levanté la tapa: allí estaba todo aquel material, aquel mechero (cuyo mecanismo, con mis cuatro años, se me antojaba harto complicado), y las cerillas. Las cerillas que creaban fuego, ese fuego que yo estaba deseosa de tener.

Saqué el estuchito de cerillas de su compartimento: arranqué una y la froté contra el raspe de la caja, como siempre se lo veía hacer a los mayores; lo hacía con tanta suavidad, por no hacer ruido y alertar a mi madre, que al final la cabeza de la cerilla se volvió negra sin conseguir prender fuego.

Hasta aquí, mi inteligencia llegó como para saber cuál era el fallo, así que me acerqué al televisor y subí un poco el volumen para disimular el (a mi parecer) estruendo que armaría cuando consiguiera encender el fuego, y volví a mi quehacer.

Arranqué otra cerilla, y esta vez sí, froté con toda la fuerza de mis deditos su cabeza contra el raspe: FLOOOSH, y la cerilla prendió. Me quedé quieta, tan quieta, con la mente en blanco, simplemente mirando la llama, allí de pie en medio del salón, admirando su maravilloso color naranja brillante, tan vivo, tan perfecto e incomparable con cualquier otra luz en el mundo... Tan quieta y observándola tanto, que no me di cuenta de que la cerilla se estaba consumiendo, hasta que el fuego alcanzó mis dedos y me quemó.

Aguanté un gemido de dolor (mitad porque mi madre no me oyera, me descubriera y me echara una bronca, y mitad por orgullo personal), y tiré la cerilla consumida dentro de la caja.

A los pocos días, mi madre abrió la caja y encontró una cerilla consumida, y otra entera pero con la cabeza quemada, y no volvió a preocuparse de que me acercase demasiado al fuego cuando ató cabos y relacionó su descubrimiento con las dos pequeñas rojeces que yo tenía en las puntas de mis dedos pulgar e índice.

Yo, tras mi reto conseguido de haber tenido el fuego en mis manos, cerré delicadamente la caja y volví al sofá, aprendiendo algo: si alguien te advierte de que algo podría hacerte daño, por perfecto y maravilloso que a ti te parezca, si luego te hace daño, no te quejes.

O también podríamos resumir esta historia en mi pequeña experiencia personal, literal y vívida del "quien juega con fuego, al final se quema".



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Aunque a día de hoy la verdad es que sigo sintiendo fascinación por las llamas, y gracias a esta cualidad mía de tener las manos cuales témpanos de hielo en invierno, puedo dedicarme a jugar con la llama de mi mechero sin quemarme ni sentir dolor en absoluto, amén de ese extraño "don" que tengo y que hace que nunca me salgan ampollas ni heridas provocadas por el fuego (recuerdo una vez que, por imprudencia, agarré con las manos una plancha de metal que estaba a unos 150 grados, con la única protección de unos guantes de algodón; los guantes, achumarrados; mi encargado, con los huevos de corbata por la carnicería que debía haberme hecho; yo, alucinada al quitarme corriendo los guantes y observar, sin creérmelo del todo, que mis manos estaban sin la más mínima ampolla ni dolor; a veces me siento Claire Bennett).

Hale, hasta más ver.

22 de octubre de 2010

Momento poeta (modo ironía ON)

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Cortejos van,
cortejos vienen,
y de todos
ninguno se retiene.

Tócate los cojones Mariloli, que se me ha metido semejante BAZOFIA de frase en la cabeza y no, hasta que no la he sacado fuera no me he quedado tranquila xDDD (no os arranquéis los ojos, sé que lo mío es la prosa, si es que tengo "algo mío", en todo caso).

Aunque mira, casi prefiero esta bazofia de rima antes que la de "AY maromo, si tu cuerpo fueran ciruelas, con qué gusto iba a coger la cagalera!!!", y es que cuando me pongo en modo albañil, de verdad que no tengo parangón...

Realmente esta frase viene (la primera, quiero decir... La segunda ha sido una pequeña ida de olla/piropo que me gustaría, en lo recóndito de mí, que se popularizara, pero sé buenamente que no) porque últimamente miro a mi alrededor, y no veo más que tiradas de tejos varias, entre diversa gente, que no fructifican... No sé si es que nos fijamos en quien no debemos (o quizá es por eso que nos fijamos, no?), o que el mundo se está volviendo gilipollas y tod@s soñamos con ese príncipe azul/chica ideal y tenemos un prototipo idealizado en nuestra mente que rara vez podremos encontrar en la vida real...

No quiero decir con esto que uno tenga que juntarse con lo primero que se le arrima (desde mi punto de vista personal, esto sólo es aceptable en las épocas de despecho, y recalco el "aceptable", que no recomendable, que luego vienen las rayadas y las movidas, dos personas que van cada una en una onda diferente -en algunos casos, hasta en planos dimensionales diferentes-, y se termina como el rosario de la Aurora muchas veces, sin que en este caso ninguna de las dos partes tenga culpa), pero sí es cierto que si yo, por ejemplo, espero que toque un día a mi puerta Roy Khan ataviado con su casaca de doble hilera, con un ramo de amapolas en la mano, hablando perfectamente español, y que además sea el hombre más romántico y que mejor se mueva en la cama de este planeta, la verdad es que puedo esperar sentada (y si alguna vez lo hace, por favor, que no sea por la mañana, que voy con el pijama, los pelos revueltos y la cara de patata matutina, y no me gustaría tener ese recuerdo de cómo conocí al padre de mis hijos).

Lo que quiero venir a decir es que deberíamos tomarnos las cosas con más calma; hace poco leí por el Facebook a una chica que felicitaba a una amiga suya por haber encontrado novio; la chica (la felicitadora) aprovechaba para lamentarse de su mala suerte amorosa, y pedir a las diferentes amigas que le presentasen a los chicos que conociesen. La chica no debe tener más de 22 años, y lo que yo pienso es: si con tanto cerdo gañán te has juntado, de verdad tienes tanta prisa por estar con otro?

No pretendo que se ofendan los hombres/chicos que estén leyendo esto (cierto es que me está quedando un poco bastante generalizador con el género masculino, pero de verdad, los que conocéis la existencia de este blog es porque sois amigos míos, o gente a la que aprecio mucho aunque no hable mucho con ellos -hola, Apu!-, pero en serio, no os ofendáis; simplemente estoy divagando/reflexionando en "voz" alta); de hecho, la mayoría de hombres/chicos que conozco que conocen la existencia de este blog, están solteros, porque la inmensa mayoría no son el prototipo de cerdo gañán que, por desgracia, es el que nos suele volver idiotas a la mayoría de mujeres.

Por todo esto, debe ser que de un tiempo a esta parte, casi (caaaasi, porque el todo nunca se pierde) no tengo ganas de echarme novio; no es que mi vida sea lo más estable/ejemplar ahora mismo (pero esto no es culpa mía, sino de R,H y compañía, que siempre me lían, que conste), pero sinceramente, estoy agusto ahora mismo; no tengo que dar explicaciones de a dónde voy, cuándo, hasta qué hora y con quién; puedo entrar y salir de mi casa a la hora que me dé la santísima gana; puedo coquetear o flirtear con quien me apetezca sabiendo que no va a venir nadie a mearme encima (hay veces en que el coqueteo es un juego, y no ganas de zumbarte a alguien, lo prometo); puedo pasar semanas sin depilarme (uy, he dicho esto en voz alta?); y, en definitiva, que me ahorro muchos disgustos con esta época de "no me apetece juntarme con nadie". Aquí paz y después gloria, que dicen en mi tierra.

No negaré que hay alguien por ahí que me hace tilín (hay un tilín y hay un tolón, pero bueno, como ninguno me hace caso amorosamente hablando, y como de todas formas, sé que si alguno me dijera algo, mi aborrecimiento y mi repulsión actual por las relaciones haría que me espantase, me sirve para hacer estos escritos jocosos sobre los amores y desamores), y es verdad que ha habido algunas ocasiones (cada vez menos) en que he echado de menos tener alguien a mi lado que me hiciera mimos, pero en esas ocasiones, hago dos cosas:
1- (cuando estoy activa) pongo en una balanza mental, mimos VS el resto de cosas que he dicho antes (entrar y salir cuando quiera, hacer lo que me apetezca sin que el cerdo gañán de turno me controle, etc)... Gana por mayoría absoluta mi libertad.
2- (la mayoría del tiempo) me pongo a hacerle mimicos a mi perra y ella me corresponde con lametones en la cara, que hace que se me ponga la cara como una naranja por la alergia, pero prefiero que me pique un rato la cara, a pasarme los domingos en el sofá comiendo helado.

Claro que toda esta parrafada pierde todo su sentido cuando A-recordamos la máxima de que los sentimientos no se pueden controlar, o B-aparece un cerdo gañán en nuestra vida que nos vuelve idiotas y hace que perdamos toda nuestra lucidez!

Le dedico esta entrada de hoy a mi liberación/método de desestresarme en el momento en que he descuartizado y quemado (vale, no la he quemado porque el mechero no me funcionaba... Pero lo habría hecho) cierta foto que no recordaba llevar en la cartera (que de cerdos gañanes está el mundo lleno, y yo ya llevo unos cuantos!).

Y yo que pensaba escribir sólo la mierdecilla del primer párrafo, y al final me ha salido aquí una disertación feminista pseudo humorística... Endever!

19 de octubre de 2010

Pensamientos intempestivos #2

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-He llegado a casa hace un ratito con un pedo más grande que Alfredo, coneguido a base de 4 vasos hasta arriba de Baileys que el camarero me ha cobrado como tres (di que con el gastazo que hemos hecho entre el Photo Play y los dardos, bien lo valía), y aunque acabo de recenar (cena: dos croissants de chocolate y palomitas; recena: minibocatas del bar).

-Momento estelar de la noche: entrar en el Hall of Fame de la diana del TNT (sólo superado por el récord imbatible que hice a la Ruleta en el Byron... Cómo merendarte en una tarde a los que están siempre gastándoe los cuartos, no tiene precio).

-Por más que intente evitarlo, cada vez que juego a los dardos recuerdo el Byron. Estoy hasta los huevos de que acudan a mi mente cosas que no quiero (pero tranquilo R, que la revancha te la cojo mañana... Llevaré las gafas, aviso)

-Tengo un viernes de jubilada total: médico, enfermera y fisioterapeuta, todo en la misma tarde. Voy a llegar con un cuerpo a currar que me voy a cagar patas abajo...

-Sigo misantrópica perdida. No quiero saber nada de la humanidad.

18 de octubre de 2010

Pensamientos intempestivos

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-Últimamente tengo en mente un minirelato/historia/como lo queráis llamar sobre mi relación con la sal; es una absurdez pero no hacen más que asaltar mi cabeza pensamientos y elucubraciones varias relacionadas con la sal. Cuando lo madure tendréis aquí otro escrito de los míos con los que perder 10 ó 15 minutos y seguir reafirmándoos en mi idea de que estoy mal de la cabeza.

-Me gusta cuando me comentáis cosas del blog (por aquí ya sé que sois tímidos, no hay problema; en el fondo de mi alma atormentada me da mucho gusto saber que hay gente que lee esto), y que el minirelato psicópata haya tenido tanto éxito de comentarios offline. Una noche de éstas volveré a sumergirme en mi parte de cerebro decadente (más de lo normal, quiero decir) y escribiré otro. Ideas hay, pero últimamente lo que me ha faltado ha sido tiempo.

-Aunque casi siempre me veáis callada, estoy muy agusto en vuestra compañía; me gusta escuchar vuestras historias, y aunque a veces tengo alguna cosa que contar, primero, es muy difícil intentar meter baza entre dos personas que hablan tantísimo, y estoy demasiado pasota como para intentarlo; y segundo, sois de las pocas personas (poquísimas) con las que me siento cómoda. La pequeña parte de bondad que me queda os quiere.

-Me gusta rodearme de pocas personas porque cuantas menos personas me rodeen, menos judiadas tendré que sufrir (y en mi vida, las personas que he encontrado que REALMENTE merezcan la pena, se pueden contar con los dedos de una mano, y me sobran dedos).

-Esta mañana me ha vuelto a dar otro pinzamiento en el cuello/espalda de los que me daban hace meses y llevo todo el día jodida de dolor y sin saber en qué postura colocarme para estar cómoda. Puede que esta semana pierda mi virginidad fisioterapeutil y vaya a uno para que me quite el enredo de nudos que debo llevar en la espalda.

-La puta vaguería por no mirar el programa de fiestas ha hecho que llegase al Ebro justo a tiempo para ver cómo explotaba EL ÚLTIMO fuego artificial. Lo único bueno que puedo sacar de esto es esperar que me publiquen mi primer ADV después de tantísimo intento frustrado (y mira que con las cosas que me pasan es para que me hubiesen publicado más de uno, pero mira, mi antipatía natural hacia la humanidad debe traspasar las barreras cibernéticas).

-Esta semana ha venido más gente de lo normal a mis dos trabajos; también, he salido, por primera vez en mucho tiempo, de los sitios a los que suelo ir, para conocer nuevos; y no soy capaz de ver un solo hombre que me resulte atractivo; miro a los hombres y sólo veo cerdos (o "jabalíes sucios", que decía cierta MUJER con mayúsculas que conozco) y seres fabricados para hacerme daño.

-Deseo con todas mis ganas liarme la manta a la cabeza un fin de semana y largarme fuera de aquí a hacer el imbécil en Port Aventura o cualquier otro parque.

-Aborrezco mis últimos ataques de hambre canina (malditas hormonas, liberaos ya, que cuando os da el mes por comer, hacéis estragos en mi línea). Aunque siempre es mejor que me dé por el hambre, que por los bajones depresivos, claro está.

-En el trozo que hay entre la superficie y el fondo (es decir, a medio espacio) agradezco que ese punkarra se me pusiera vacilón cuando le recriminé que me devolviese los vasos que me estaba intentando robar; gritarle y vacilarle (diversos "NI CÓ NI CÁ, CÓ" incluídos) a un mindundi guarro que nunca en mi vida iba a volver a ver me hizo liberar tensión (y hacer todo eso mientras llevaba como pendientes unas llantas de camión que cualquier choni envidiaría, le suma mérito). La parte mala es que desató mi agresividad acumulada, y ahora a la mínima vacilada que me hace un mindundi, no dudo en contestar con otra mayor. Así, hasta que un día me lleve un susto y el ciclo vuelva a empezar.

Otro día más, que ya me he cansado de soltar cosas inconexas. Hale, hasta más ver.

7 de octubre de 2010

Día estresante

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Levantarme, ir al banco, hacer una visita frustrada al Moog, echar un café, llegar corriendo a casa, irme a gastarme 200 euros en comida y ropa (en serio que lo necesitaba xD), ir corriendo al Moog otra vez, irme a currar, salir tardísimo del curro, y por fin, volver a casa... (el día no se ha alargado más porque por una vez, no me han liado... O debería decir que no he conseguido liar a nadie? I don't know...)

TRAPOS:

-Un vaquero normal
-Un vaquero negro
-Un vaquero coñonero, como diría H, los tres de la ansiadísima talla 38. Yujuuuuuuu!!!
-Falda (queda feo lo que voy a decir pero me da absolutamente igual) de colegiala putilla; cierto es que no es muy de mi estilo, pero toda mi vida he querido tener una, y por primera vez, me la he probado y me queda como un guante. EPIC WIN for me.
-Falda de terciopelo negro preSiosa, oigan.
-Minifalda de estampado militar (por fin, de mi talla, y no la otra que aunque me encanta, he de hacer malabarismos para disimular que es tres tallas más grande de lo que ahora gasto)
-Dos camisetas estándar pero entalladicas.

La gran alegría es poder embutirme por primera vez en mi vida en pantalones de la talla 38, y en falditas putoneras de la 36. Puede que estéis pensando que soy una superficial por escribir estas cosas, y de hecho es posible que para este tema en concreto lo sea (y no, no voy a pedir perdón, me he pasado los últimos dos años pidiendo disculpas por cosas que no lo merecían, o que al final no han servido para nada, así que a quien le moleste, puede dejar de leer, gracias); pero desde el corazón, me he pasado toda mi vida acomplejada por esos kilitos que sobran de aquí y de allá, y este momento actual de "me puedo probar lo que me venga en gana que casi todo me queda estupendamente" me ENCANTA. Y ahora que no tengo una segunda mascota en casa (véase cerdo) que me diga nada del estilo "pero dónde vas con eso?", o que haga acrecentar mis complejos, o que me monte el pollo del siglo porque otro mardano me está mirando (siempre me he preguntado qué culpa he tenido yo cuando es otra persona la que me está mirando a mí... Que alguien me explique esta parte del pensamiento masculino, por favor), pues me da como que bastante igual. Si me apetece taparme hasta los ojos, me tapo; y si me apetece llevar poca tela (se me viene a la mente esa gran frase de S "es que no dejas nada a la imaginación!!!"; es otro contexto, pero me hace TANTA gracia cada vez que me lo cuenta que no lo puedo evitar), pues llevo poca tela y a quien le moleste, que se beba un trago de lejía.

Tengo ganicas de que sea mañana simplemente para estrenar trapos, joder!!!

Hala, besos a todos y todas :)

6 de octubre de 2010

Decadencia

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Mientras escribo esto, en alguna parte (o en muchas), habrá personas que estarán durmiendo, solas o con la persona que aman; otras estarán trabajando; otras estarán continuando la borrachera en sitios en los que yo tengo lo que vamos a llamar veto emocional...

Mientras, yo, con un cigarro en la mano y una copa en la otra, paso las noches intentando olvidar; ya ni siquiera pretendo olvidar algo en concreto; ya ni siquiera estoy segura de lo que pretendo olvidar. Un recuerdo? Una persona? O simple y llanamente lo único que pretendo es olvidarme de mí misma?

Eso, en parte, he de reconocer que lo he conseguido; hay muchas ocasiones en las que no me reconozco, no soy la que toda la vida ha sido. Ocasiones en las que alguien se me acercaba a charlar, y yo, en vez de dar conversación (lo que siempre había sido) me he limitado a poner una cara arisca y responder con algún comentario seco y tajante con el que daba por terminada nuestra breve conversación. Ocasiones en las que sufría un pequeño enamoramiento y en vez de quedarme ajena, sostenía la mirada esperando acabar en una sesión de sexo desenfrenado, salvaje y sin compromisos, y al día siguiente tan desconocidos como siempre. Ocasiones en las que la dejadez se impone a la supuesta responsabilidad...

Ahora, aquí, como siempre últimamente, con las venas y la cabeza llenas de alcohol, y los pulmones y el organismo llenos de nicotina, no sé quién soy. Sólo sé que mañana será otro día y mi decadencia irá en aumento, seguiré consumiéndome entre bares, entre gente que me rodeará sin saber lo que pienso de cada uno de ellos, porque sean como sean, hayan vivido lo que hayan vivido, a mí su existencia me resultará inane y futil; porque no me reconozco, y siento que nadie puede estar tan lleno y tan vacío al mismo tiempo como yo lo estoy.

Que simplemente ansío la destrucción de todo...



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Otro pqueño relato para que os entretengáis en un ratito de aburrimiento :p (si mañana, serena, al releer esto, lo considero decente, empezaré a pensar que sí que es bien lo de escribir con toda la mierda en el cuerpo...)

Y como me gusta dedicar entradas, esta va por R (no el innombrable, sino alguien mejor), que últimamente me acompaña mucho en mis borracheras :p

Hale, a sobarla...

23 de septiembre de 2010

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.... Se sentó a admirar su pequeña obra de arte.

No le había costado demasiado tiempo crearla, sólo se esmeró en que las botellas quedasen perfectamente alineadas, unas encima de las otras, formando una pirámide de botellas de plástico perfecta, en una de las plazas del sofá de su salón.

Ahora estaba sentada en un taburete, enfrente del sofá, admirando su inspiración, las formas perfectas, la manera en que el sol traspasaba el plástico y hacía reflejos sobre las botellas de los pisos inferiores. Su mirada era tan inocente, como la de una niña pequeña que aún no ha tenido que enfrentarse al mundo...

Pasó media hora admirando su pequeña obra de arte.

Entonces, la alarma del ordenador sonó; debía empezar a prepararse para irse a trabajar. Puso música, Lady Gaga (le gustaba porque le hacía animarse a enfrentarse a otra tarde sirviendo cafés y sonriendo a todo el mundo, tuviese un buen día o no), y se metió en la ducha; mientras frotaba el gel por su cuerpo, y lo aclaraba, hacía lo que tanta gente, y canturreaba en su inglés particular las canciones que sonaban. Salió de la ducha envuelta en su talla negra, y fue a la cocina a hacrse un café que la ayudara a despejarse.

-"Buenos días, mi amor. ¿Qué tal estás? ¿Has dormido bien? Espero que no hayas pasado mucho frío", y dejó el café preparándose mientras iba a la habitación a vestirse.

Era tan feliz...

Fue una tarde bastante entretenida; como hacía tiempo que no ocurría, vinieron a visitarla unos cuantos amigos, a preguntarle qué tal le iban las cosas. "Nos alegramos de que estés mejor, la verdad es que has estado bastante tristona estos últimos meses, pero ahora se te ve mucho más animada... Si hasta has recuperado peso!! Y tienes color en la cara!!"

Ella les reía las gracias. Claro que estaba animada!! Desde hacía una semana volvía a ser la chica más feliz del mundo, pero ninguno de aquellos bastardos sabía el por qué, porque todos aquellos bastardos se cansaron de verla triste y le dieron de lado, cuando más los necesitaba; y ahora que veían que volvía a ser la chica simpática de siempre, volvían a hacerle caso?

Malditos bastardos, ahora no le hacía falta ninguno de ellos, porque ahora POR FIN era feliz, de nuevo. Les puso su mejor sonrisa de camarera, chao chao, a ver cuándo nos vemos, y dejó pasar la tarde hasta que su turno se terminó y volvió a casa.

En el trayecto de autobús no pudo evitar recordar cuando por fin pudo encontrarle, después de tanto tiempo; caminando de espaldas, volviendo a casa después de haber estado trabajando, de haber echado unas copas con los amigotes, o, quizá, de haber estado con aquel rollito que se traía desde hacía unas semanas, pero que ella sabía que no era nada especial, ni significativo; lo sabía en el fondo de su alma, porque sabía, SABÍA, que a la única mujer que amaría en toda su vida sólo podía ser ella.

Recordó cómo por fin, en aquel mágico, excitante, maravilloso momento, supo que él nunca más volvería a dejarla, que su corazón sería suyo para siempre, y nunca más se separarían.

Bajó del autobús con una sonrisa espléndida, que le iluminaba la cara por completo. Era tan feliz...

Al llegar a su portal, abrió la puerta con las llaves y blasfemó al comprobar que no había electricidad. La luz del porche no funcionaba, y el ascensor tampoco, y no había cosa que más le desagradara que tener que subir hasta casa por las escaleras, y a oscuras, pero no quedaba otro maldito remedio.

Al abrir la puerta de casa, algo la hizo echarse a temblar.

Tampoco había electricidad en la casa.

No era porque le diera miedo la oscuridad, no era porque esa noche se perdería su programa favorito, o no podría encender la lamparilla de la mesita de noche para leer antes de dormir. Era porque

quizá

a ÉL

le había pasado algo.

Era porque ese día tuvo que hacer doble turno y llevaba muchas horas fuera de casa.

JODER, y si la electricidad se fue justo después de haberse ido????

La cocina olía a carne pudriéndose.

Abrió el congelador y allí estaba SU CORAZÓN, aquél que ya ninguna jodida zorra tendría la posibilidad de arrebatarle.

Pero sí. La JODIDA ZORRA de la compañía eléctrica.

Su corazón olía a putrefacto y tenía una textura viscosa.

Se pasó la noche abrazándolo, impregnándose de su sangre, que le manchaba la ropa, la cara y las manos; lo besaba, "no te preocupes, mi amor, estoy aquí contigo, no te va a pasar nada; te vas a poner bien... Vas a ponerte BIEN!!!!"

Se quedó dormida.

Soñó de nuevo con aquel maravilloso momento. Cuando le vio y supo que nunca, nada ni nadie, nunca más les volvería a separar; que nunca más tendrían ninguna discusión, ni sonaría ningún otro portazo, ni se derramaría una sola lágrima más.

Cuando lo encontró caminando de espaldas hacia ella, y no se percató de que ella estaba allí, ni sabía que desde hacía un tiempo siempre llevaba un cúter bien afilado en el bolso, para poder defenderse si algo malo le sucedía yendo sola.

No le dio tiempo a gritar antes de que lo apuñalara.

Ella no quería su cara, porque le recordaba todo lo malo que le había pasado mientras la miraba; no quería su cuerpo porque sabía que había roto su vínculo con ella, pasando las noches con aquella JODIDA ZORRA que lo había engatusado. Ella sólo quería la parte que sabía que por naturaleza le pertenecía, la que sabía que conservaba toda su pureza, sus sentimientos, lo que no había podido ser mancillado por nadie.

Su corazón.


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Amaneció, y despertó empapada de aquel olor a putrefacción.

-"Joder, cariño, qué peste, será mejor que nos duchemos".

La eletricidad había vuelto en algún punto intermedio en aquellas horas, y pudo disfrutar de su ducha de agua caliente.

Cuando acabó, volvió a meter SU CORAZÓN en el congelador, no sin previamente haberlo besado, y pensar en lo enormemente feliz que era, sabiendo que nadie, nunca más, se lo podría arrebatar, que nunca estaría con nadie más.

-"¡Oh! Casi me había olvidado de tí".

En el sofá seguía aquella pila piramidal de botellas de plástico. Se sentó en el taburete a admirarla de nuevo. Todo era tan perfecto, ella era tan feliz...

Tan feliz...



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Creo que haber leído tanto a Stephen King últimamente ha hecho que se me contagie un poco su forma de escribir (que nadie piense que me estoy comparando con él, ojalá tuviera una décima parte del talento literario que tiene ese hombre); pero mira, hoy, acordándome de una anécdota que me contó un amigo, la imaginación se me disparó, y he estado todo el día pensando en este minirelato (bueno, realmente en mi cabeza era muuuucho más extenso y daba para un libro, pero son unas horas un poco tardías y no me ha salido escribir tanto del tirón).

Hale, espero que a alguno de los 3 que leéis esto os haya gustado :p Buenas noches! ;)