22 de noviembre de 2010

Me va a reventar la cabeza.... KBOOOOM

Hace un rato estaba con un brainstorming (pa los de la Logse, que diría Goyo Jiménez, "lluvia de ideas") interno conmigo misma, con mil cosicas interesantes para escribir, estaba ordenándolas mentalmente y de pronto el teléfono que suena, y me corta tooooodo el momento literario. Joder. Las musas, tan rápido como vienen, se van. Bueno, como tantas y tantas cosas en esta vida...

El sábado fue una noche, como siempre, movidita; mucha conversación con I, aunque esta vez no tan alegre como de costumbre (y es que cuando la borrachera te toca de bajón, pues toca, y hay que aguantarse, y sobrellevarlo como mejor se pueda...), el momento "jodó qué pedal llevas" de V, mítico, un par de encaramientos, que a este paso me ponen de segurata a mí (hay que ver, cuando saco la mala leche, lo macarra que me pongo... Esto no sé si clasificarlo en las cosas buenas o malas que me dejó de herencia el rey de los cerdos gañanes), y acabar almorzando a las 8 de la mañana hablando de la vida...

Total, que el domingo amanecí a las 6 y media de la tarde (abrir la ventana y decir "joeeeeeeer, pero si es de noche!!" deprime hasta al más pintado), y hasta ahora, lunes a las 3 y media de la tarde... A ver si consigo aguantar despierta hasta la noche y regular el ritmo por esta semana, y llevar vida de persona normal (já, já, já...)

Sigo con mi bipolaridad extrema... A veces pienso que me da absolutamente igual lo que sienta, piense o diga de mí el colectivo gente (que soy una petarda? Dos problemas tienes. Que soy una guarra? Cosas peores te habrás comido, seguro); y otras veces pienso que por esta etapa misantrópica mía quizá me estoy perdiendo gente que merece la pena conocer... Pero no puedo evitar ser así de arisca y de rancia. No me sale ser de otra forma ahora mismo; de hecho, se pueden contar con los dedos de una mano la gente que actualmente puede vislumbrar mi parte "buena", porque asoma muy poco, y en escasa proporción.

Es una mierda porque toda la vida he sido más o menos de una manera, y ahora estoy pues... vamos a llamarlo "inusual". No sé si me quedaré así pa los restos, o llegará un día en que volveré a ser como era siempre, pero por lo pronto estoy en la etapa de aceptación. Acepto que tengo que sanar aún muchas, muchas, pero que MUCHAS heridas y que me va a costar muchísimo más tiempo del que pensaba. Acepto que sólo con escuchar la palabra "relación", me entran todos los sarpullidos del cuerpo... Ejemplo práctico, hace unas semanas, en mi segunda casa...

Llega uno de los colegas nocturnos, súper feliz, a decirme:
-A que no sabes?? He vuelto con mi ex!!
-Ah, sí? Y qué tengo que darte, la enhorabuena o el pésame?

Ni lo hice por cachondeo, ni por resultar ingeniosa; fue la respuesta automática, espontánea. No puedo concebir una relación como algo beneficioso ahora mismo. Me reitero en que quizá me estoy perdiendo muchas cosas buenas, pero es que... Agh!! Me va a reventar la cabeza.

Voy a quitarme los tacones, la ropa pichi que llevo puesta (cosas del protocolo de entrevistas de trabajo), me voy a plantar mi chándal, me voy a poner a la Gaga a toda ostia, y a limpiar, que limpiando se hace hogar... Hale, hasta luego!

0 comentarios:

Publicar un comentario